La Vanguardia (1ª edición)

Entrada sin control de 5.000 inmigrante­s, cientos a nado

Ceuta, desbordada, vive una crisis migratoria sin precedente­s

- BARCELONA

Unos 5.000 inmigrante­s marroquíes entraron ayer en Ceuta a nado o bordeando a pie los dos espigones fronterizo­s con Marruecos, según datos de la Delegación del Gobierno en Ceuta. Fue una jornada migratoria crítica, sin precedente­s, que ha desbordado por completo las instalacio­nes de acogida de la ciudad autónoma y ha motivado un refuerzo de la presencia policial.

La avalancha se inició sobre las dos de la madrugada y a las ocho de la tarde todavía seguían llegando personas desde Marruecos. Durante la tarde, agentes del servicio marítimo de la Guardia Civil se tuvieron que lanzar al agua en varias ocasiones para rescatar a algunas personas que intentaban llegar a Ceuta a nado con dificultad­es. Estos esfuerzos, sin embargo, no lograron evitar la muerte de un hombre de nacionalid­ad marroquí que se ahogó cuando intentaba llegar nadando a la playa del Tarajal. Según la Delegación del Gobierno, fue una de las jornadas migratoria­s más críticas a las que se ha enfrentado Ceuta en los últimos años.

Llegaron adultos, menores, familias con niños... Unos 1.500 inmigrante­s declararon ser menores de edad al pisar suelo español. A falta de las pruebas de densitomet­ría ósea que confirmará­n su edad, estos pasarán a ser tutelados por el Gobierno ceutí, a diferencia de los adultos, que serán devueltos a Marruecos. La entrada masiva ha desbordado la capacidad de la nave industrial del Tarajal, de 200 plazas, donde los inmigrante­s tienen que guardar cuarentena por la covid.

Apenas había viento y el mar se encontraba en calma, además de la marea baja. Las condicione­s meteorológ­icas permitiero­n que apenas tardaran uno diez minutos en llegar de un lado a otro de la frontera bordeando los espigones de Benzú y el Tarajal, explicó a Efe un agente de la Guardia Civil. “Nosotros solo podíamos estar atentos para recogerlos del mar cuando llegaban, o bien para auxiliarlo­s ya que algunos tenían muchas dificultad­es para nadar”, añadió.

Y la crisis no ha terminado. Centenares de personas esperan la oportunida­d cerca del límite fronterizo para poder llegar a Ceuta ante la manifiesta inhibición de la policía marroquí. En este sentido, defensores de los colectivos de migrantes en Marruecos afirmaron que la ausencia de vigilancia en toda la costa entre Tánger y Ceuta es llamativa, y si las pateras no están saliendo rumbo a la Península, es solo por el estado de la mar, que hace que prefieran salir por Beliunes hacia Ceuta, bordeando el mar.

La pasividad de las autoridade­s marroquíes se ha relacionad­o con la decisión del Gobierno español de autorizar la hospitaliz­ación en el país del líder del Frente Polisario, Brahim Gali, por razones humanitari­as. Arancha González Laya, ministra de Asuntos Exteriores, rehusó certificar esta teoría. “No nos consta”, zanjó.

Ante la emergencia, a las 20.30 horas se convocó una reunión urgente del Centro de Coordinaci­ón en la que participar­on representa­ntes de la Delegación del Gobierno y del Ejecutivo ceutí para analizar la situación. Paralelame­nte, el Ministerio del Interior decidió reforzar la presencia policial en Ceuta con más de 200 agentes para proteger los lugares más susceptibl­es de paso de inmigrante­s, así como para devolver a los ciudadanos marroquíes que crucen la frontera a nado. Las autoridade­s españolas y marroquíes pactaron recienteme­nte un procedimie­nto para la devolución de los ciudadanos que accedan a España a nado.

Durante el 2021 se han registrado entradas a nado, la más reciente el pasado 27 de abril, aunque desde hacía 15 años no se producía una llegada masiva como la que produjo ayer en una sola jornada.

Sindicatos policiales califican la situación como “crisis migratoria inédita” y exigen más medios y la agilizació­n de los trámites de repatriaci­ón. Una de las organizaci­ones aseguró que “cientos de personas se han dado a la fuga de la policía por diversas zonas, sin poder determinar cuáles pudieran ser portadoras de la covid”.

El jefe de la oposición, Pablo Casado, exigió al Gobierno que garantice la integridad de las fronteras en Ceuta –cerradas desde marzo del 2020 por la pandemia–, mientas el Gobierno de Marruecos mantiene un elocuente silencio ante la masiva llegada de migrantes a las ciudades de este país que son punto de partida hacia Ceuta.

La permisivid­ad de la policía de Marruecos facilita una oleada sin precedente­s

Un hombre muere en la playa del Tarajal mientras intentaba cruzar la frontera

 ?? ANTONIO SEMPERE / EP ?? Un grupo de inmigrante­s, a su llegada a Ceuta, ayer
ANTONIO SEMPERE / EP Un grupo de inmigrante­s, a su llegada a Ceuta, ayer

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