La Vanguardia (1ª edición)

De entre los que no lo han hecho aún, los jóvenes son los más predispues­tos a que les inoculen las dosis

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5,3 7,9 4,1

De 35 a44 21,8

De 45 a54 5,9

De 55 a64 12,1 65 y más 6,0 1,5

Hombres

Media- Trabajador­a Baja baja 12,1

Pobre 4,2 6,7

Mujeres

Otros 9,3

Otros 0,6 lo habría hecho por Vox. Asimismo, un 14% de este contingent­e apoyó a Podemos. En cambio, solo un 10% habría votado al PSOE, y un 7%, al PP.

Otra variable es la clase social, y ahí el grupo más numeroso de los antivacuna­s lo formaría la clase media: supone casi la mitad de todos ellos. A continuaci­ón figuraría la clase media-baja, que representa­ría un 17%. Sin embargo, las cifras más sorprenden­tes aparecen en la clasificac­ión por estudios.

Nada menos que un 37% de quienes no piensan vacunarse tendrían estudios superiores. Supondrían casi 370.000 personas en toda España que han acudido a la universida­d. El siguiente grupo más numeroso lo formarían quienes han estudiado formación profesiona­l o la primera etapa de la secundaria, que representa­rían, cada uno, un 21% del total.

Naturalmen­te, la fotografía de quienes no están dispuestos a vacunarse no estaría completa si no se pondera el peso de cada grupo. Para ello, hay que ver cómo se comporta ante la vacunación cada uno de ellos. Y en este sentido, alrededor de un 57% de quienes no se han vacunado manifiesta que tampoco piensa hacerlo en el futuro. A partir de ese parámetro es posible determinar qué grupos son más reacios a la vacunación.

Por clase social, el porcentaje más alto de contrarios a la vacunación entre quienes aún no se han inoculado se registra en la clase media-baja (67%, lo que supone diez puntos por encima de la media). Por estudios, la tasa más elevada de rechazo se encuentra entre quienes han cursado formación profesiona­l (un 68%) o secundaria (65%). Y en el caso de la ubicación ideológica, es cierto que el grupo con más peso se situaba en el centro, pero eso era así porque también es el más numeroso del eje ideológico.

Sin embargo, los más refractari­os a la vacuna son los adscritos a la ultraderec­ha (con un 81% de rechazo), o a la extrema izquierda (con un 73%). Y el recuerdo de voto confirma esa fotografía: frente a una media de un 57%, un 66% de los votantes de Vox no vacunados tampoco piensa hacerlo, y lo mismo un 78% de los de Podemos.

Finalmente, la clasificac­ión por edades arroja alguna sorpresa: los jóvenes que aún no se han vacunado son los más predispues­tos a hacerlo (hasta un 52%). En cambio, la proporción se invierte a medida que aumenta la edad; y entre los no vacunados mayores de 45 años la tasa de rechazo a hacerlo oscila entre un 60% y más de un 80%.c

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