Una de las grandes Muere a los 61 años Almudena Grandes, la gran narradora de la posguerra
La escena es deliciosa. Almudena Grandes, que acaba de publicar Las tres bodas de Manolita, tercera entrega de sus Episodios de una guerra interminable, no puede perderse la semifinal de Champions League que el Atlético de Madrid disputa contra el Chelsea. Es la noche de la fiesta literaria que organiza La Vanguardia, el Sant Jordi del año 2014, están presentes muchas de las mejores firmas de la literatura española y catalana (y algunas internacionales) y ella será al día siguiente la autora que más libros venderá (en castellano) en la gran fiesta de la literatura, pero ha acudido con una camiseta rojiblanca y un propósito y, en cuanto entra en el Hotel Alma, nos urge: “¿Dónde hay una tele?”. Está todo previsto, y la gran narradora alternará las copas con colegas escritores, políticos, editores, traductores y periodistas con las idas y venidas a la sala donde los de Simeone… empatan. En el reservado con pantalla, Grandes se agarra al brazo de la gran editora Beatriz de Moura y al de Miguel Ríos, cantante y futbolero, que será otra de las estrellas del 23-A.
El Atlético empató a 0 aquella noche del 22 de abril pero se impuso 1-3 en el partido de vuelta. En la final, perdió contra su peor enemigo.
Todo aquello es historia. Almudena es historia también, desde ayer: de la literatura.
Hace poco más de un año se le diagnosticó un cáncer en una revisión rutinaria y ayer falleció. Deja un legado de dos volúmenes de relatos y trece novelas, novelones, cinco de estas dentro del faraónico proyecto de los Episodios de una guerra interminable.
Un meticuloso plan para contar la posguerra (básicamente, la de los perdedores) en seis volúmenes. Ha quedado en embrión el último, Mariano en el Bidasoa, del que han quedado apenas notas, explicó anoche a
“Fue una escritora extraordinaria, con ambición y alcance”, valora su editor en Tusquets, Juan Cerezo
Observadora