Sobre la bocina Al Barça se le aparece Memphis a dos minutos del final, cuando peor lo pasaba
El primer triunfo del Barcelona fuera de casa en la Liga llegó en Vila-real. No podía ser de otra forma ya que los blaugrana no pierden en la localidad castellonense desde el 2007. Ya son 15 partidos. Xavi pudo cantar victoria en una noche que pintaba mal después de perdonar en el arranque y de que Chukwueze igualase el tanto de Frenkie de Jong. Un pase largo de Ter Stegen y la sangre fría de Memphis devolvieron la sonrisa a los barcelonistas, que jugaron peor que contra el Benfica pero que recuperaron la puntería en el momento preciso. Sobre la bocina.
La primera parte dio argumentos para todos los estados de opinión que rodean al barcelonismo. Los que consideran que el equipo juega bien desde la llegada de Xavi tienen veinte minutos brillantes a los que abrazarse. Los que ponderan que la falta de gol es acuciante y que lastrará al conjunto se cargaron de razones en esos mismos veinte minutos en los que el Barça perdonó hasta cuatro ocasiones claras. Los que miran con recelo al técnico egarense por su única experiencia en los banquillos de Qatar se quedarán con el raro marcaje al hombre que Xavi ordenó a Eric Garcia sobre Moi Gómez. El defensa internacional jugó de lateral pero abandonaba la banda cada vez que el futbolista del Villarreal se centraba. Los que apuntan que los blaugrana no están para grandes objetivos se vieron refrendados en todos esos minutos finales del primer tiempo en que los castellonenses dominaron el partido con Parejo llevando la batuta y Pedraza cogiendo constantemente, una y otra vez, la espalda de Abde.
Hasta los amigos de las confabulaciones encontraron un filón con un despeje de Piqué, que se lanzó al suelo para tapar un disparo de Danjuma. El balón impactó en el brazo de Piqué y Soto Grado no señaló nada. Fue penalti claro.
Si el Barcelona se enganchó a las piernas y los regates de Dembélé contra el Benfica, en la Cerámica fue Abde (no inscrito en la Champions) el que empezó creando desequilibrios por la banda derecha. El extremo pudo marcar en un córner donde saltó más que nadie. Rulli palmeó el remate, que tocó en la parte alta del larguero.
Ni siquiera el clamoroso error de Eric Garcia, que provocó la ocasión de Danjuma, hizo que el Barça tuviese dudas en su juego. Con un Frenkie de Jong muy clarividente, al que por fin hallaron en zonas peligrosas. El centrocampista recuperó y lanzó a Memphis en carrera, que, precipitado, disparó enseguida cuando pudo haberse acercado más.
A la jugada siguiente, Gavi se hizo un hueco en el área y se encontró con el poste. Pero la más clara fue la cuarta, la de Memphis, a quien le estaba afectando ya ver la portería tan pequeña. De Jong volvió a dejarle en una posición inmejorable pero el 9 del Barça, en el punto de penalti, impactó fatal la pelota, que no encontró portería de forma incomprensible.
El Barcelona había perdonado y le tocaba sufrir. Porque el Villarreal se fue apoderando de la pelota y los blaugrana andaban perdidos. En dos córners Yeremy y Pau Torres remataron con facilidad y Ter Stegen puso a salvo el empate cuando Danjuma, que no podía con Araújo, se aprovechó de que el uruguayo estaba siendo atendido para encarar al portero alemán, que respondió bien.
El descanso fue una buena noticia para el equipo de Xavi. La salida de la caseta fue a pedir de boca para los blaugrana. Abde desequilibró a Pedraza, su centro acabó en la izquierda donde Jordi Alba volvió a meter la pelota en el área pequeña. Memphis puso el pie, Rulli no blocó, se le escapó y Frenkie de Jong estuvo rápido para
Los blaugrana perdonaron cuatro ocasiones claras en 20 minutos; el fantasma de la falta de gol sobrevoló
El Villarreal reclamó un claro penalti por mano de Piqué con 0-0 en el que el VAR no entró