Macron propone incluir el derecho al aborto en la Carta de Derechos de la UE
La campaña electoral francesa se traslada al hemiciclo europeo en Estrasburgo
La sombra de la campaña de las elecciones presidenciales francesas planeó ayer durante el debate del presidente Emmanuel Macron en el Parlamento Europeo, reunido en Estrasburgo. El hemiciclo pareció transfigurarse por momentos en la Asamblea Nacional, tal y como criticaron algunos diputados, aunque tanto por los temas abordados como por la relevancia de Francia en la construcción europea el resultado fue un debate intenso y rico en matices sobre los temas más relevantes del momento para Europa, como la tensión entre el Estado de derecho y las alternativas iliberales o autoritarias, el coste social de la transición energética o la respuesta a Vladímir Putin.
“El final del Estado de derecho es el reino de la arbitrariedad, el retorno de los regímenes autoritarios, la repetición de nuestras historia”, dijo respecto al “combate ideológico” que libran varias potencias para “socavar los cimientos de la UE”. Francia, aseguró, liderará la defensa del Estado de derecho y los valores europeos.
Apenas un día después de que la Eurocámara eligiera presidenta con el apoyo de los liberales –la familia política europea del líder francés– a Roberta Metsola, que ha votado siempre contra las resoluciones sobre el aborto, Macron comenzó su discurso con una propuesta inesperada: “actualizar” la Carta de Derechos Fundamentales de la UE para “reconocer el derecho al aborto” y reforzar la protección del medio ambiente.
Proclamado en el año 2000, el documento solo empezó a ser vinculante para los estados miembros y las instituciones comunitarias en el 2009, cuando se incorporó al tratado de Lisboa. Cualquier cambio al texto requeriría la unanimidad, lo que planteará un problema no solo con Malta, el único país de la UE donde el aborto es ilegal, sino con Polonia o Hungría, cuyos gobiernos que llevan años en pie de guerra contra todo lo que perciben como “injerencias de Bruselas”.
Esta es la mentalidad, también extendida en Francia contra la que reclamó luchar: “No hay que permitir que se extienda la idea de que el Estado de derecho es un invento de Bruselas. Es una idea de todos, nuestro tesoro”, defendió Macron, que propuso un diálogo “franco y exigente” con Rusia para evitar un nuevo conflicto armado en Europa. “Las próximas semanas debemos hacer una propuesta europea para construir un nuevo orden de seguridad”, al tiempo que la Unión emprende un rearme estratégico “como potencia de paz y de equilibrio”.
“Nací en 1977, en las tierras ensangrentadas de Francia donde crecí, Europa era la paz”, “Europa es emocionarse ante nuestro patrimonio y nuestra historia, vibrar con el espíritu romántico de Chopin o las obras de Pessoa”, dijo en un discurso cargado de europeísmo e idealismo pero con pocas propuestas concretas, a juicio de
El presidente francés promete una defensa fuerte del Estado de derecho durante la presidencia europea
una mayoría de eurodiputados, que lo recibieron con frialdad y escepticismo. Varios diputados, como Manfred Weber, jefe de filas de los populares europeos, le afearon que no sea tan categórico en su defensa del Estado de derecho cuando se sienta junto a Viktor Orbán en el Consejo Europeo. Weber le acusó de “dividir a los europeos” con sus iniciativas.
“Ojalá los franceses también apuesten por el equilibrio de género y elijan a Valérie Pécresse presidenta de la República Francesa”, lanzó Weber en apoyo de la candidata de la UMP, dando el pistoletazo de salida a decenas de intervenciones en clave francesa. El más duro, el ecologista Yannick Jadot, acusó a Macron de hipocresía por abanderar la defensa del aborto y, a la vez, ayudar a la elección de Metsola, así como de “inacción climática”. Estimulado por el tono pugilístico del debate, Macron respondió al detalle a los diputados pero se olvidó del artículo 11 de la Carta de Derechos y se fue de Estrasburgo sin responder a preguntas de la prensa.c