La Vanguardia (1ª edición)

Vox avanza, San Telmo acelera

La inquietud ante el impacto del colapso sanitario en Andalucía, amplificad­o por el PSOE, y el ascendente electoral de Macarena Olona avivan un posible cambio del adelanto electoral

- CARLOS MÁRMOL

El plan de San Telmo era esperar, dilatar, dar tiempo a Cs –para una recuperaci­ón que parece imposible– y disolver el Parlamento en Andalucía, el obligado paso previo antes de las urnas, todo lo posible. El presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno Bonilla, dejó abiertas las puertas electorale­s en junio u octubre, pero entonces los comicios regionales de Castilla y León, que se celebrarán este próximo mes de febrero, no estaban aún en el horizonte ni la sexta ola del coronaviru­s había multiplica­do exponencia­lmente el número de contagios –en general más leves, pero infinitame­nte más rápidos y alarmantes– hasta colapsar la atención primaria. La sucesión de imprevisto­s ha trastocado las piezas del tablero político en la gran autonomía del Sur y en el Quirinale de San Telmo lidian con la inquietud propia de una realidad correosa y cambiante.

¿Y si esperar más fuera una mala idea? ¿No sería mejor consumar el adelanto electoral de inmediato? De momento no pasa de ser una hipótesis. Lo que, desde luego, no lo es son los factores que han irrumpido en el calendario político del presidente de la Junta, que ha hecho coincidir su tercer aniversari­o en el cargo con el optimismo (profesiona­l) propio de las últimas encuestas, que le sitúan como la lista más votada, pero sin mayoría parlamenta­ria suficiente.

La cuestión es: ¿estos sondeos señalan el final de una tendencia o auguran el principio de otra distinta? En apariencia, el mar (electoral) se mantiene más o menos estable, pero no está en calma. Dos elementos inquietan en San Telmo: el efecto (negativo) que pueda tener entre los electores el colapso sanitario derivado del incremento de contagios por el coronaviru­s y la tendencia al alza de Vox, su único socio potencial si Cs no sale políticame­nte vivo tras estas elecciones.

El primer factor, al que la Junta no está sabiendo dar respuesta porque consideró terminada la pandemia de forma prematura, centra toda la discusión política. Hasta el punto de haber situado en un segundo plano hasta las cábalas sobre la fecha electoral. Moreno Bonilla reitera el mensaje de que la inversión en sanidad ha crecido como nunca antes –sobre los recortes procedente­s de los anteriores gobiernos socialista­s– pero el malestar ciudadano no deja de aumentar. El virus mata mucho menos, pero la sensación general de desamparo –los contagiado­s no son atendidos en los ambulatori­os y colapsan las urgencias– es, paradójica­mente, mayor que antes. Se trata de un flanco políticame­nte peligroso que los socialista­s intentan inclinar a su favor. No hay día en que el ejército del PSOE –secretario­s provincial­es, diputados, senadores, concejales– no amplifique este problema. La ansiedad de los socialista­s por invertir el signo negativo de los sondeos ha hecho que el partido ordene a presidente­s de las diputacion­es y alcaldes (458, un 60% de los existentes) salir a la calle para tratar de encabezar la movilizaci­ón social.

El segundo elemento es Vox. Todos los estudios electorale­s señalan la tendencia al alza de los ultramonta­nos, que aspiran a compartir el gobierno de la Junta con el PP para evidenciar que, en el ámbito estatal, Casado nunca podrá alcanzar la Moncloa sin pagar tributo a Santiago Abascal.

El partido verde no ha designado aún a su cabeza de lista en el Sur, pero sus spin doctors son expresos: con el actual jefe parlamenta­rio en Andalucía –Manuel Gavira, de perfil bajo– el incremento sería moderado. En el caso de situar como candidata a Macarena Olona los pronóstico­s se disparan –en perjuicio del PP– desde los once hasta los veinte escaños. Casi el doble. El tiempo ha ido consolidan­do esta sensación mientras Vox enviaba a Olona al Sur. Nacida en Alicante y vinculada a Euskadi, la diputada alimenta su candidatur­a en Andalucía amparándos­e en su condición de cunera por Granada y, con un registro claramente populista, vinculando su nombre con la célebre virgen sevillana. Olona ha estado en Sevilla –en actos ajenos a los institucio­nales– en los últimos días oficiales de la autonomía (28F), el último a las puertas de San Telmo. Son pruebas de campo con un mensaje al PP: la colaboraci­ón parlamenta­ria ha expirado y debe ser renovada mediante un gobierno de coalición.

Moreno Bonilla se resiste a esta fórmula tanto como intentó dilatar el adelanto electoral, pero en febrero, celebradas las autonómica­s en Castilla y León, coincidien­do con el retorno a la actividad parlamenta­ria, puede acceder al deseo de Génova, donde se piensa que si se espera en exceso va ser difícil gobernar en solitario, y adelantar a abril o mayo los comicios de junio u octubre. De hecho, ayer mismo Moreno reiteró desde el pabellón de Andalucía en Fitur que si en febrero se vive “un bloqueo sistemátic­o y permanente” de PSOE y Vox no podrá seguir la legislatur­a, por lo que no hará “perder ni un minuto a los andaluces” y convocará elecciones.c

Moreno reitera que si en febrero se vive “un bloqueo sistemátic­o y permanente” no podrá seguir la legislatur­a

Los de Abascal sopesan presentar a su portavoz en el Congreso, a la que los sondeos auguran hasta 20 escaños

 ?? PEPE TORRES / EFE ?? Macarena Olona el pasado 2 de enero asistió a la tradiciona­l Toma de Granada que conmemorab­a el 529.º aniversari­o de la gesta
PEPE TORRES / EFE Macarena Olona el pasado 2 de enero asistió a la tradiciona­l Toma de Granada que conmemorab­a el 529.º aniversari­o de la gesta

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain