Europa debe ser escuchada
Estados Unidos y Rusia van a volver hoy a recurrir a la nada que ver con los objetivos que pueda tener Estados Unidos. El vía diplomática en Ginebra para tratar de evitar un embajador francés admitió que “no se dejará de adquirir gas procedente conflicto militar en Ucrania. Las palabras de Joe Biden, de Rusia aunque haya un millón de tanques en la frontera anticipando una probable invasión rusa, han servido de Ucrania”. Ambos reconocieron que necesitan el gas ruso y que para concienciar a la opinión pública de la gravedad EE.UU. no está en condiciones de sustituir este abastecimiento. de la situación. Como escribíamos el sábado, no estamos ante En este contexto, las posiciones de Francia y Alemania con vistas un guion de una serie de ficción, sino que estamos ante una situación a un envío de tropas a la frontera con Ucrania son más bien tibias, de grave riesgo de contienda militar en pleno siglo XXI. Los pese a su pertenencia a la OTAN. El propio embajador francés se próximos días van a ser cruciales y sería importante que las dos permitió criticar al secretario general de la Alianza Atlántica, Jens grandes potencias asumieran la necesidad de incluir a Europa en Stoltenberg, de quien dijo “que no ayuda con sus declaraciones bélicas”. estas negociaciones. La mirada europea no tiene nada que ver con En cambio, la primera reacción del Gobierno español ha sido la norteamericana y su intervención puede ser útil para que el diálogo más directa y ha enviado un buque de la Armada hacia la zona. llegue a buen puerto. Más allá de la crisis que puede crearse dentro del Gobierno, con
Así lo expusieron claramente ayer el embajador alemán en España, Unidas Podemos radicalmente en contra Wolfgang Dold, y su homólogo francés, Jean-Michel Casa, de cualquier intervención, valdría quienes participaron en un debate de Barcelona Tribuna, organizado la pena actuar con suma prudencia. Y por La Vanguardia, Amics del País y AEDE. Los dos coincidieronquesetienequedialogarmuchoconRusiayqueEuropatiene Europa debería tener una posición única y la más conveniente para sus intereses, unos intereses geoestratégicos que debe proteger que no tienen no los de Estados Unidos.