El pasaporte covid, en cuarentena
Cantabria lo suprime y Catalunya prepara el terreno para seguir el ejemplo El Govern recuerda que se implantó en un contexto social y sanitario diferente al actual Los científicos admiten que puede perder eficacia ante el dominio de la variante ómicron
El Tribunal Superior de Justícia de Catalunya validó ayer las medidas propuestas por el Govern para evitar la transmisión de la covid. Todo queda igual, excepto que hoy se ha suprimido el toque de queda nocturno y se autorizan las salidas y las visitas en las residencias con casos, pero la Generalitat piensa seguir flexibilizando, con el certificado digital covid en el punto de mira. ¿Ha dejado de ser una restricción útil?, ¿tiene los días contados?
Cantabria responde afirmativamente, y el miércoles, después de 40 días, dejó de exigir el pasaporte sanitario en determinadas actividades aduciendo que con el predominio de la variante ómicron, más contagiosa, ya no cumple el objetivo de cortar la transmisión en los espacios interiores y que, por otra parte, ha perdido el efecto motivador que tuvo en su día para animar la primovacunación. En Catalunya, Salut espera la semana que viene el informe que solicitó al comité científico asesor para decidir sobre la permanencia de la medida a partir del 28 de enero. Entre estos científicos las opiniones son diversas.
En España, donde se aplica desde otoño pero de forma territorial y discontinua, se ha apostado poco por el pase vacunal en comparación con países como Francia, Italia o Alemania.
El hecho de que Salut haya pedido un dictamen a los científicos apunta al deseo de suprimir el certificado covid, al que las autoridades sanitarias se refieren en pasado. “Se propuso en un momento de circulación de la variante delta y coincidiendo con el regreso de las vacaciones”, apuntó la secretaria de Salut Pública, Carmen Cabezas. En su opinión, “ha tenido efecto” positivo, plasmado en una aumento de la primovacunación, sobre todo entre los jóvenes, y en la concienciación de la población sobre la situación de pandemia en un momento en que en los bares ocurrían cosas muy diferentes de las que pasaban en los hospitales.
El Gremi de Restauració de Barcelona apremia a la retirada inmediata de la medida si el Govern
llega a la conclusión de que ha dejado de ser útil. Recuerda que fue bien acogida por el sector como alternativa a otras restricciones, como la de aforo en interiores (al 50%) que se ha terminado imponiendo. “A los restauradores no nos resulta cómodo exigir al cliente que nos muestre el certificado y tener que validarlo. Al mismo tiempo, en los locales pequeños o con poco personal sigue siendo un trastorno tener que dedicar tiempo a verificar certificados”, argumenta el director de esta patronal, Roger Pallarols.
Antoni Trilla, jefe de epidemiología del hospital Clínic, cree que el uso del certificado covid como pase “fue una buena medida cuando se aplicó y ahora quizá ha perdido parte de utilidad, pero no
Ntoda”. Por ello, no lo haría desaparecer. “Ómicron causa más reinfecciones y contagios entre vacunados, reduce la protección de la vacuna. La ventaja es menos significativa, por eso se evalúa si vale la pena mantener el pase. Mi opinión es que siempre dará más seguridad que no aplicarlo”, dice. Añade que, además, “ha contribuido a vacunar más, lo dicen muchas personas cuando se ponen la inyección”.
Daniel Prieto Alhambra, investigador y profesor de la universidad de Oxford, opina que “es una herramienta más, por sí sola muy insuficiente, y con ómicron, seguramente tiene menos sentido”. Este experto está analizando el impacto de la medida en el Reino Unido, donde se ha utilizado más