“Quien me silba tiene bajo coeficiente intelectual”
Medvedev carga contra el público del Open de Australia
Igual que Novak Djokovic o Sasha Zverev, Daniil Medvedev (25) frecuenta el lado oscuro.
El reto es incómodo: le complica la vida allí por donde pasa.
En el 2019, en la tercera ronda del US Open, la segunda raqueta del mundo había tenido un arrebato y le arrancaba la toalla a un recogepelotas. Luego, entre abucheos, le levantaba el dedo corazón al público. Y luego, cuando le ofrecían el micrófono, decía:
–La energía que me habéis dado ahora mismo me será suficiente para los próximos cinco partidos. (perdería la final ante Nadal). Ahora, Medvedev se pelea con la concurrencia de la Rod Laver Arena, el templo del tenis en Australia. Lo hacía este jueves, cuando se enfrentaba a Nick Kyrgios, icono local, tan aplaudido en las Antípodas como detestado allende los mares (el ruso se había impuesto por 7-6 (1), 6-4, 4-6 y 6-2).
–¿Cómo controla usted sus emociones? –le preguntaba Jim Courier, antiguo número 1, hoy entrevistador a pie de pista.
(mientras ambos hablaban, el público voceaba al ruso).
–Cuando te abuchean entre el primer y el segundo servicio, todo lo que puedes hacer es mantener la calma –respondía Medvedev.
“Dejadle hablar, por favor; si respetáis a alguien, al menos respetad a Jim Courier; él ha ganado aquí”
Y el público montaba en cólera. Arreciaban los abucheos y Courier repreguntaba:
–¿Esto es algo así como un partido de fútbol?
–Lo siento, Jim. No puedo oírte. Por favor, mostradle un mínimo de respeto a Jim Courier. Él ha ganado aquí (Courier había sido campeón en 1992 y 1993). Gracias, chicos. Dejadle hablar, por favor. Si respetáis a alguien, al menos respetad a Jim Courier –decía Medvedev, fuera de sí.
–Parece que imitaban el siuuuu de Cristiano Ronaldo –decía Courier, acaso con la intención de bajar el suflé.
Reconfortado, Medvedev decía que esperaba mejorar su actuación del 2021, cuando jugó la final.
Y así parecía zanjarlo todo, hasta que habló en Eurosport:
–No es que esté enfadado, sino decepcionado. No todos me han abucheado, pero creo que quienes lo han hecho tienen un bajo coeficiente intelectual.c