Los juveniles septuagenarios
Unos investigadores fineses han elaborado un estudio que confirma científicamente una evidencia que hace tiempo que veíamos en nuestra vida corriente: el estado general de los mayores de entre 70 y 80 años actuales es mucho mejor que el que tenía esta franja de edad hace diez años. Imagínense si se compara con hace 50 años, contando los que podían alcanzar esa edad.
La mejora de la alimentación, la atención sanitaria y la cultura del deporte han contribuido a alargar la longevidad y que una mayoría de la población adulta llegue a la madurez en un estado inmejorable.
Personas de 70 años que inician una carrera universitaria, se aventuran a correr grandes distancias o comienzan una nueva relación de pareja es algo que ya no es tan extraño.
No hace falta recordar la edad de los principales gobernantes –Joe Biden (79), Vladímir Putin (69), Xi Jinping (68)– o ídolos del cine –Clint Eastwood (91), Harrison Ford (79), Meryl Streep (72)– o de la música –Sting (70), Mike Jagger (78)– para concluir que su influencia y poder sigue bien presente.
El estudio revela que los séniors de 70 años actuales conservan mejores capacidades físicas y cognitivas que los de hace una década. Es decir, se mueven mejor y su cerebro trabaja también con un rendimiento mucho más óptimo.
La paradoja es que la sociedad, en cambio, por razones económicas, aparca laboral y socialmente a esta población de más de 60 años, a pesar de que a su buen estado físico y cognitivo puede sumar su mayor experiencia.
Una de las conclusiones del informe es la importancia del entrenamiento físico. Los ciudadanos que se cuidan practicando actividades deportivas envejecen mucho mejor. Incluso si empiezan a realizarlas cuando ya están en edad de jubilación.
Si a todo ello se unen los tratamientos médicos antiedad, que pasan por la ozonoterapia o las retransfusiones de sangre, y las operaciones de dermoestética, concluiremos que los futuros septuagenarios aún serán más jóvenes que los actuales. Tienen cuerda para rato.