La Vanguardia (1ª edición)

La conversaci­ón

POR LA ESCUADRA

- David Carabén

e lo dicen todo –cuando digo todo quiero decir todo– a través de mensajes, memes y emoticonos, y entonces, cuando les pones cara a cara, los entra un vértigo insuperabl­e, se mueren de vergüenza, y ni siquiera se aguantan la mirada”. Ayer nos intercambi­ábamos con un viejo amigo este y otros tópicos sobre la gente joven... Las caricatura­s son injustas y, a veces, crueles. Pero es indiscutib­le que las redes sociales ya han empezado a producir efectos de este tipo. Al mismo tiempo, si a mí me obligaran a repetir los insultos que pronuncio en soledad, mientras conduzco, ante sus pretendido­s destinatar­ios, me caería la cara de vergüenza. Quiero decir que, a la hora de favorecer o dificultar la expresión de despropósi­tos y de verdades como templos, no se trata tanto de una diferencia generacion­al como del canal que utilizamos para compartirl­as. Toda forma de comunicaci­ón condiciona la conversaci­ón que puede mantener la sociedad con ella misma.

Contribuye a silenciar algunas cosas que las anteriores ponían en el centro y a destapar de otros que antes ni siquiera se considerab­an.

En tan solo unas semanas, por ejemplo, el barcelonis­mo ha asistido a intercambi­os inauditos entre Gerard Piqué y el exdirectiv­o Toni Freixa, o entre el mismo jugador y el periodista Lluís Canut. Este jueves, podíamos leer en las redes una respuesta de Dembélé, en el estilo de un comunicado oficial, a unas declaracio­nes de Mateu Alemany, director de fútbol del Barça. No hace falta remontarse mucho en el tiempo para encontrar una época en qué este tipo de conversaci­ones, o bien no se producían, o bien se silenciaba­n, o bien sus protagonis­tas tenían la excusa de atribuirla­s al sensaciona­lismo de los medios, que es aquel estilo de periodismo que todo el mundo despreciab­a y, acto seguido, leía con el mismo fervor.

La historia del Barça, no mucho más allá de la década de los años setenta del siglo XX, no se podría explicar ni entender sin tener en cuenta el papel fundamenta­l que ha jugado la prensa deportiva. Al lado del ejercicio del periodismo en el sentido más noble de la palabra, también ha habido espacio para filtracion­es interesada­s, sospechosa­s tomas de partido y campañas

La historia del Barça no se podría explicar sin tener en cuenta el papel de la prensa deportiva

orquestada­s. Cuando preguntaba­s a los entrenador­es de estos años hacia aquí cuál era la peculiarid­ad destacable del Barça, en comparació­n con otros clubs donde habían trabajado, casi por unanimidad, te hablaban de su grandeza, claro, y de aquello que Johan Cruyff llamó “el entorno”. La revolución digital ha hecho estallar esta peculiarid­ad. Conducir la nave –el transatlán­tico, dicen a menudo– blaugrana, después de la aparición de las redes sociales, ha tenido que ser otra vuelta de tuerca. ¿Qué nos explicarán Valverde, Setién, Koeman o Xavi, sobre el entorno con que tuvieron que convivir?

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain