Una de las tres plantas de Nissan puede quedar fuera de la reindustrialización
Los propietarios de la fábrica de Sant Andreu de la Barca quieren conservar la nave
Año y medio después del anuncio de cierre, la reindustrialización de las fábricas de Nissan sigue sin concretarse. Ayer, aparecieron nuevos problemas: los propietarios de la planta de Sant Andreu de la Barca anunciaron que no están dispuestos a vender ahora, sino que ya buscarán por su cuenta un nuevo cliente, que pague mejor. Y el fabricante de motos Silence, hoy propiedad de Acciona, lanzó un ultimátum para que se le adjudique ya la fábrica de Montcada, que ahora también le disputa el hub que encabeza QEV, y descartó como alternativa ocupar una parte del espacio de la Zona Franca.
El único acuerdo que se alcanzó en la nueva reunión de la mesa de reindustrialización que coordina KPMG fue que en la Zona Franca, además del hub de QEV, entrará un proyecto logístico, aún por elegir entre los distintos candidatos. Ocuparía lo que hoy es el parking y el circuito, se permitiría construir hasta tres alturas, y el complejo podría disponer de unos 200.000 metros cuadrados. Pero como condición, los sindicatos exigen que la logística sirva para respaldar la actividad industrial del hub, pero no hay pacto sobre ello. Quedaría espacio, además, para otro proyecto industrial.
“Reunión distópica, dispersa y tensa”, reconocieron algunos asistentes a la misma, decepcionados por los escasos resultados. Fue, además un encuentro de reproches sindicales hacia las administraciones, en particular hacia el Ministerio de Industria, al que llegaron a acusar de no haber traído en año y medio ni un solo candidato para sustituir a Nissan (la oferta de la china GWM fue negociada por la multinacional japonesa). Raül Blanco, secretario general de Industria y Pyme, lanzó un mensaje de calma y destacó que “el ministerio sigue defendiendo los mismos escenarios de diversificación de proyectos industriales y logísticos con objeto de minimizar riesgos”. “Empresas como Silence o proyectos como el hub darán futuro industrial a las plantas de Nissan. Hay que cerrar escenarios y acuerdos en las próximas semanas”, añadió.
“Avanzamos en la configuración del espacio de la Zona Franca para garantizar las mejores opciones por el proyecto del hub”, explicó la directora general de Industria de la Generalitat, Natàlia Mas, que señaló que se “avanza hacia la generación de ocupación y, a la vez, buscando que los proyectos complementarios puedan crear sinergias con el hub ”.Yen una muestra de que la logística adquiere cada vez más fuerza, se ha decidido que Pere Navarro, delegado del Estado en el Consorci de la Zona Franca, tenga un papel más activo en la negociación de alternativas.
Aunque las administraciones confían en revertir la decisión, el descuelgue de la planta de Sant Andreu añade incertidumbre cuando las plantas ya están cerradas y los trabajadores despedidos. La fábrica, con una superficie de unos 42.000 metros cuadrados, es propiedad de la familia Villabona, que ha anunciado que se propone renovar las naves para volverlas a alquilar. “Esto implicaría un retraso en la implantación del hub, dijeron fuentes sindicales que explicaron que QEV contaba con la maquinaria de Sant Andreu para los bastidores y otros productos de sus futuras pick up y furgonetas. Como alternativa, los promotores del hub proponen trasladar esa maquinaria a la planta de Montcada, donde se concentraría así toda la estampación necesaria para los vehículos de la Zona Franca. Sin embargo, eso abre otro foco de conflicto y compromete la inversión de Silence. El fabricante de motos lo dejó claro en una carta dirigida a la mesa de reindustrialización en la que urge que se tome ya una decisión sobre su oferta y advierte que de no ser elegida para Montcada no estaría interesada en continuar con el proyecto. “El proyecto de Silence puede encajar perfectamente en la Zona Franca”, sostuvo Miguel Ruiz, de Sigen-Usoc, que atribuyó su negativa a que en Zona Franca debería pagar un alquiler mientras que para Montcada ya había llegado a un acuerdo con Nissan, propietaria de la nave.c
El fabricante de motos Silence rechaza instalarse en la Zona Franca y peligra su proyecto