La Vanguardia (1ª edición)

“Los pulmones se deshacían como la mantequill­a”

Único trasplanta­do de pulmón en España por la covid

- ANTONI LÓPEZ TOVAR

Soriano cumple hoy 52 años, y el mejor regalo es poder pasear junto a su esposa, Maite González, por su pueblo (Abrera, Baix Llobregat). Aunque sea con muletas a causa de la falta de movilidad derivada de muchos meses de postración. Es el único paciente español sometido a un trasplante de pulmones a consecuenc­ia de la Covid-19. Los médicos no se explican cómo los órganos pudieron deteriorar­se de forma tan rápida y drástica, explica. “Quedaron deshechos, eran como de mantequill­a”. Su esposa, Maite González, que estuvo seis meses sin poder verle, responde a una de las preguntas.

¿Cómo se contagió?

No tenemos ni idea. Íbamos con mucho cuidado y mi empresa se gastó dinero en cumplir todas las medidas de seguridad. El 28 de enero del año pasado, un domingo, fui a levantar a mi suegro de la cama para llevarlo al lavabo y me desmayé. Llamamos a la ambulancia y me llevaron al hospital de Martorell, a urgencias. No había tenido ningún síntoma

Allí le diagnostic­aron covid.

Y a mi mujer, que también dio positivo pero pasó la enfermedad en casa. En cambio yo... En muy poco tiempo se agravó mucho. Los médicos dicen que es un caso excepciona­l, todavía no saben cómo estoy vivo. Dicen que el 7080% es de la fuerza de voluntad, de querer tirar adelante.

Empezó un periplo hospitalar­io de diez meses.

Estuve un día o dos en Martorell, de allí me trasladaro­n al hospital de Bellvitge, donde me pusieron en una máquina de alto flujo a ver si se podían recuperar los pulmones, pero no había manera. Me hicieron la traqueotom­ía, me intubaron, a los cuatro días me pusieron en una ECMO, me hicieron un neumotórax en el pulmón... Estuve cuatro meses en la uci.

Había que trasplanta­r.

Eso o quedar conectado al equipo de ventilació­n mecánica [el ECMO permite realizar la función respirator­ia y limpiar la sangre]. Se pusieron en contacto con el Vall d’Hebron para el trasplante y me trasladaro­n. Mi estado era muy débil para una intervenci­ón tan compleja y los médicos no tenían claro lo que iba a pasar, tenían mucho miedo. Pero teníamos que optar y firmé el consentimi­ento. El 17 de mayo llegó el donante. Por la noche, a las diez, entraba en el quirófano. Fue una operación muy compleja. Había 15 profesiona­les y duró 9 horas. Estuve otro mes en la uci.

¿Qué recuerda de todo aquello?

En primer lugar debo agradecer que estoy vivo a la familia del donante. Después, que tenemos una sanidad pública de las mejores del mundo y tengo que agradecer el trato y la profesiona­lidad de todo el personal sanitario. ¿Que pueden mejorar cosas?, seguro, pero es de lo mejor. Tengo lagunas, tengo pesadillas... Ahora empiezo a discernir un poco lo que es real de lo que no. He visto morir a mucha gente, no son tonterías. En las habitacion­es de enfrente veía que iban poniendo biombos, veía pasar bolsas neJordi gras... veías correr a todo el mundo: ‘¡que se va, que no se va!’ No sabían qué hacer.

Usted, Maite, también lo debió pasar mal.

He sufrido mucho. Las horas se me hacían eternas. Estuve seis meses sin poder verle. Que la gente no juegue con esto. Un día iba en metro a verlo y había unos chicos jóvenes que iban sin mascarilla. Les dije: ‘la mascarilla, chicos, que esto es serio’. Y no me creían. Les enseñé una foto de Jordi intubado en la uci. ‘Voy a ver a mi marido, como él hay muchos casos’. Y se quedaron sorprendid­os. Cuando iba a verle le decía: ‘no me dejes’. Y me decía: ‘no, no, ya saldremos de esta, ya verás como no te dejaré sola’. Le ha plantado cara al bicho, es muy valiente. No ha necesitado psicólogos.

Un caso crítico “Los médicos todavía no saben cómo estoy vivo, dicen que es de la fuerza de voluntad”

La tragedia “Iban poniendo biombos, veía pasar bolsas negras... he visto morir a mucha gente”

¿Cómo se explica que la enfermedad les haya afectado de forma tan distinta?

Los médicos no se explican cómo se deteriorar­on tanto los pulmones. No fumaba ni bebía, hacia vida sana. Hace 20 años que dejé de fumar. Habrán estudiado los pulmones que me extrajeron. Decían que se deshacían, eran como de mantequill­a.

¿Cómo es su vida ahora?

Me levanto, me tomo unas pastillas, también hago inhalacion­es, salgo a caminar un poco y hago ejercicios de brazos y piernas, la pauta que me dieron en rehabilita­ción. Te das cuenta de que hay que vivir cada hora y valorar lo que tienes. Poder levantarte cada día es muy importante. Antes vivía para trabajar porque me gusta muchísimo lo que hago y soy un amante del trabajo [22 años como mecánico industrial en la empresa Gestamp].

¿Qué le gustaría hacer?

Dije a los sanitarios que cuando saliera me tomaría un buen arroz con bogavante. En la última visita me preguntaro­n si ya lo había hecho. Pero no, tal como están las cosas vamos a esperar un poco.c

 ?? B rce l o n e ?? Jordi Soriano pasea junto a su esposa, Maite González, por un parque de Abrera
B rce l o n e Jordi Soriano pasea junto a su esposa, Maite González, por un parque de Abrera

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain