La estrella de la Sagrada Família
El 8 de diciembre por la noche, fiesta de la Purísima, se procedió, en una bella ceremonia retransmitida por TV3, al encendido de la estrella de la torre de María en la Sagrada Família. La imagen de la estrella encendida sobre la ciudad iluminada ejercía una fascinación estética muy emotiva, casi hipnótica. En La Vanguardia del 12 de diciembre, Jordi Faulí, Esteve Camps y Armand Puig explicaban la tradición simbólica de la estrella de María y su vinculación con la Sagrada Família. Nos remitimos a ellos para esta información.
Aquí sumamos otra reflexión simbólica sobre la estrella, desde la perspectiva de las relaciones entre ciencia y fe, un tema en que Gaudí es una figura importante, ya que en su obra confluyen arte, naturaleza, técnica y espiritualidad en un grado de especial intensidad, originalidad y excelencia.
En el imaginario colectivo de hoy, la ciencia juega un papel importante. Desde esta perspectiva científica, la estrella gana un simbolismo adicional, todavía poco conocido, pero que probablemente habría interesado a Gaudí si lo hubiera conocido: el de la estrella como cuna cósmica de nuestras raíces materiales.
En efecto, la cosmología de hoy nos indica que los núcleos de los átomos que nos forman, así como los que forman la naturaleza que nos rodea –la materia viva y la materia inerte– fue sintetizada por fusiones nucleares sucesivas en estrellas anteriores al Sol, que explotaron y derramaron su material por el espacio. A partir de aquel material se formó, hace unos 4.600 millones de años, el sistema solar y, en particular, la Tierra. “Somos polvo de estrellas”, dicen los libros de divulgación cosmológica.
Esta relación entre estrellas y raíces materiales es una imagen científica, pero también puede enriquecer nuestro simbolismo espiritual si reflexionamos sobre ella. En esta visión, la imagen de la estrella va más allá de una luz lejana que nos guía desde la altura del cielo y nos invita a mirar hacia la altura, a superar nuestra naturaleza limitada, a entrar en una dimensión donde el espacio y el tiempo se hacen inmensos, donde sentimos nuestra pequeñez y la caducidad de todas las ambiciones humanas. La imagen de la estrella va más allá de las estrellas que vemos y nos hace pensar también en una estrella que desapareció hace más de cinco mil millones de años pero cuyos núcleos están en el fondo de cada una de nuestras células, de cada uno de las plantas y animales que nos rodean, de la arena, las rocas, los mares y los minerales.
En la imagen de la estrella se suman hoy los símbolos de la estrella lejana en el espacio y que habla de inmensidad en el espíritu, y de la estrella lejana en el tiempo y que está en el fondo de la materia del cuerpo. En los posibles juegos interpretativos en torno a este dualidad simbólica, hay uno especialmente próximo a la figura de María: en ella, el Dios creador, luz y razón del Universo, se convierte en Jesús, cuerpo material vivo y próximo.
En el símbolo clásico, la estrella no es vista como una luz lejana y aparentemente diminuta, desvinculada de nosotros, sino como una guía que nos llega al fondo del espíritu, lo cual nos suscita preguntas y nos pone en movimiento. En el símbolo inspirado en la imagen científica, esta proximidad entre la estrella y nosotros es reforzada, a través de su relación con la materia que nos forma.
Cada época tiene sus imaginarios. En los imaginarios de nuestro tiempo, la ciencia y la técnica juegan un papel importante. La técnica está jugando un gran papel en la construcción de la Sagrada Família: los láseres que han cortado algunas piezas de piedra, las grúas que las han levantado, los instrumentos
La estrella es también un símbolo de la cuna cósmica de nuestras raíces materiales
de precisión que han facilitado el acoplamiento a alturas vertiginosas, los materiales que las han conectado con más resistencia contra el paso del tiempo. El imaginario científico, sin embargo, también puede aportar perspectivas atractivas y potentes, sugerentes para quien las quiera meditar, simbolismos espirituales que nos hacen conscientes de la dimensión misteriosa de la existencia.