Pesimismo en Valencia sobre el cambio de modelo
El equipo de Puig, molesto con la ausencia catalana del debate
En el Ejecutivo valenciano que preside Ximo Puig se extiende la convicción de que no habrá cambio de modelo de financiación autonómica en esta legislatura, ni en la estatal ni en la autonómica. Muchos son los factores que aderezan este sentimiento, comenzando por la evidencia de que el Gobierno central no cree oportuno abrir ahora este melón en un momento en el que hay otros frentes prioritarios como aprobar la reforma laboral y, a medio plazo, afrontar las elecciones en Castilla y León y Andalucía. Dos autonomías donde el debate de la financiación autonómica se afronta desde posiciones radicalmente diferentes pero claves en el combate electoral.
La prueba fue el mensaje lanzado por Pablo Casado en un acto de la campaña castellana; en el que subrayó que el nuevo modelo de financiación debía priorizar la España vaciada; justo lo contrario de lo que defiende Ximo Puig. Con lo que se confirma que el PP no va a estar dispuesto a afrontar, al menos durante un largo tiempo, esta cuestión; seguramente hasta que pasen las elecciones locales y autonómicas de 2023. Por ahora, no pueden contar con el PP, y sin el PP no va a ser posible el cambio.
Pero hay más problemas. Incluso dentro del PP, porque no hay la misma mirada sobre la financiación en Galicia o CastillaLeón, que en Andalucía. El presidente andaluz, Juanma Moreno Bonilla, no dudó en celebrar una cumbre con Ximo Puig el pasado mes de septiembre en la que ambos confirmaron sus coincidencias para exigir al Gobierno que el nuevo modelo contemplara la variable de la población.
La reacción de la España vaciada, liderada por Núñez Feijóo fue inmediata: el presidente gallego convocó una reunión con los presidentes Asturias, Cantabria, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Aragón, Extremadura y La Rioja. Era también una reacción contra Ximo Puig, con la exigencia de que ese nuevo modelo garantice la prestación de servicios públicos en las zonas despobladas.
El Gobierno Español presentó el pasado mes de diciembre una propuesta sobre el criterio de “población ajustada”, que en teoría debe ser el elemento clave del nuevo modelo de financiación. El problema es que este documento no resuelve las dudas y está condicionado a las otras variables que se incorporen a la nueva financiación. De hecho, la disparidad de interpretaciones ofrecidas por