La Val d’Aran prepara un plan general de la vivienda
mente, más ha crecido, el Barcelonés es la que más ha bajado (-1,5%).
En cifras absolutas el aumento global se traduce en 1.358 nuevos empadronados que elevan el cómputo global a 74.271 habitantes en las cinco comarcas de los Pirineos y en la Val d’Aran. Aunque pueda parecer una cifra irrisoria, el impacto que tiene la llegada de dos o tres familias a un pueblo de 200 o 300 habitantes es relevante y puede marcar la diferencia entre mantener abierta una escuela rural o tener que bajar la persiana, además de animar la vida social. El Consell Comarcal de la Cerdanya indica que un total de 31 nuevos alumnos iniciaron los cursos 2020-21 y 2021-22 en ocho escuelas, aunque cuatro de ellos ya han marchado.
“Se trata de flujos migratorios relativamente reducidos pero que en poblaciones pequeñas tienen mucho impacto; tenemos que ver si esta tendencia se consolida en los próximos años”, destaca Mireia Farré, responsable de Población y Territorio del Idescat. Farré precisa que en el 2020 la demarcación del Alt Pirineu i Aran “tuvo un crecimiento muy alto, parecido al del periodo 2001-2007, con una tasa del 20 por 1.000 habitantes, determinado por la aportación de 26 migrantes netos por cada 1.000 habitantes”. Por el contrario, “ha habido un exceso de defunciones en comparación con los nacimientos, de más de seis por 1.000”. Aún así se prevé que la tendencia de envejecimiento se ralentice como consecuencia “de los periodos de fuerte inmigración de la primera década de este siglo, que supuso un rejuvenecimiento del conjunto de Catalunya”.
Actualmente, el 20,4% de los residentes en el Alt Pirineu i Aran tienen más de 65 años, “aunque ya no se observan grandes diferencias con la media de Catalunya, que es del 19%”, añade Farré.
El alcalde de La Vansa i Fórnols, Josep Xavier Camps, subraya que en esta localidad del Alt
■ “Tenemos un grave problema de vivienda, especialmente en los municipios de Naut Aran y Vielha e Mijaran”, subraya Amador Marqués, titular de Gobernación del Conselh Generau d’Aran. Como más cerca de Baqueira más se disparan los precios, sólo al alcance de personas con elevado poder adquisitivo que pasan sus vacaciones en este enclave pirenaico. Marqués apunta que han acordado
Urgell, con 156 empadronados, la media de edad ha bajado gracias a la llegada de varias parejas jóvenes. El mayor impacto se ha notado en Ossera, uno de los nueve núcleos habitados, que dio la bienvenida en el 2020 a dos profesores de la UOC y a sus dos hijos. Los niños han contribuido a dar un impulso a la escuela del vecino Tuixent, que antes estaba en la cuerda floja por falta de alumnos. “En el pasado teníamos colegios abiertos en al menos cinco de nuestros pueblos, en cada uno había una casa para la maestra y otra para el maestro; ahora hemos podido recuperar siete que hemos destinado a alquiler asequible. El gran problema es la falta de vivienda, por eso también estamos con la Generalitat encargar un plan general de la vivienda, una herramienta que servirá para hacer un diagnóstico preciso de la situación y plantear soluciones. A su juicio, es prioritario emprender la regeneración de los cascos antiguos, y la consiguiente rehabilitación de edificios, antes que la ampliación de zonas residenciales. “Debemos recuperar inmuebles en mal estado y destinar a 7.101 3.945 20 2021 negociando un proyecto de masovería urbana”, detalla Camps.
Josefina Lladós, vicepresidenta del Consell Comarcal del Alt Urgell y alcaldesa de Ribera d’Urgellet, propone un enfoque diferente en el debate sobre la repoblación, el de la capacidad que tienen enclaves remotos y mal comunicados de asumir nuevos residentes. “Una cosa es venir a pasar el confinamiento a una segunda residencia o al domicilio de los padres y otra quedarse, la realidad es complicada en los Pirineos, con servicios sociales, salud y educación deficitarios, con municipios dispersos y con transporte mínimo... Sí, es muy bonito vivir en la montaña, ¿pero la gente de ciudad se adaptará?”, cuestiona Lladós. La alquiler asequible los que son de propiedad pública y no tienen ningún uso”, añade. Es Bordes es la localidad que más crece, casi un 12%, por su proximidad a Vielha, municipio que aglutina más de la mitad de la población de la Val d’Aran. “Debemos apostar por el equilibrio territorial, descongestionar la capital y promover el desarrollo de los pueblos más alejados”, concluye Marqués. diseñadores, escritores...”, apunta Antoni Millet, vicepresidente del Consell Comarcal y alcalde de Salàs de Pallars. Retos más o menos viables en función de la fibra óptica, que ahora se limita a las poblaciones junto a la C-13; de la disponibilidad de vivienda de alquiler asequible, y de la mejora de las comunicaciones.
Millet indica que dos de las seis familias que se instalaron en Salàs de Pallars en el 2020 ya han regresado a la ciudad por motivos laborables, al no poder seguir con el sistema de trabajo a distancia. “Aún así, la escuela ha pasado de ocho a unos 30 alumnos en cinco o seis años, es una tendencia que ya se había iniciado antes de la covid y que ahora se ha acelerado”, agrega Millet. El último padrón se sitúa en 343 personas, 23 más que en el del 2020.
El aumento de residentes en la Cerdanya se debe principalmente al gran número de segundas residencias, un arma de doble filo, pues los precios ya elevados antes de la covid-19 se han encarecido aún más en los últimos dos años. Igual que en la Val d’Aran, o al menos en los pueblos más demandados del Conselh Generau, donde la vivienda es prohibitiva para los jóvenes que quieren emanciparse y para las personas que acuden a trabajar a estos destinos. A esto hay que sumar que no son pocos los propietarios que prefieren el arrendamiento de temporada, con menos meses pueden ganar casi lo mismo que durante todo el año.
El gran y urgente reto de los ayuntamientos y de la Generalitat es crear las condiciones para favorecer el acceso a un hogar.c
Ocho escuelas de la Cerdanya han recibido en los dos últimos cursos 31 nuevos alumnos