La Vanguardia (1ª edición)

Una visión sexual y fetichista de la moda

- SANDRA ARBAT

Atrevido, sexual y polémico. Thierry Mugler fue uno de los modistas más revolucion­arios de los ochenta gracias a su visión poco convencion­al de la mujer. El diseñador francés, que ha fallecido “por causas naturales” a los 73 años, según informó ayer su firma homónima en un comunicado, deja tras de sí un legado que sigue muy presente hoy de la mano de celebritie­s como Cardi B o Kim Kardashian.

Si se piensa en la mujer Mugler, enseguida viene a la mente un vestido ceñido de vinilo y látex, unos hombros muy acentuados, un escote de vértigo y una microcintu­ra encorsetad­a. Ese fue su sello de identidad transgreso­r que ha mantenido la vigencia durante más de cuatro décadas.

La muerte inesperada del hombre que “dignificó materiales que solo se encontraba­n en los sex shops”, el pasado domingo, deja huérfana a una industria que hace unas semanas se despedía de otro histórico, el diseñador Nino Cerruti.

Nacido en Estrasburg­o en el seno de una familia burguesa, en 1948, Thierry Mugler llegó a París con tan solo 20 años, tras probar suerte como bailarín clásico en la ópera de Estrasburg­o durante seis largos años. Fue en la capital francesa donde descubrió su afán por la moda y comenzó su andadura con su primera marca, que llamó Café de Paris, en 1973, un año antes de fundar su gran compañía Thierry Mugler,

que continúa su andadura.

En su currículum figuran nombres de la cultura pop actual como Beyoncé, Lady Gaga, Cardi B o Kim Kardashian, pero antes que ellas estuvieron David Bowie,

Diana Ross o Sharon Stone.

En la década de los setenta se erigió como uno de los pioneros en hacer de los desfiles un gran espectácul­o de más de una hora. En aquel entonces fue tachado de sexualizar a las mujeres hasta el punto de reducirlas a meros objetos. Una crítica que nunca aceptó ya que para él sus diseños colocaban a la mujer como sujeto sexual dominante.

Tras hacerse un autor de renombre como modisto, se embarcó en la creación de perfumes cosechando su primer éxito con Angel, una fragancia que se lanzó en 1992 y que llegó a competir

La mujer Mugler viste un traje ceñido de látex, de hombros muy acentuados y escote de vértigo

por el primer puesto en ventas con el mítico N°5 de Chanel.

Mugler se retiró de la moda en el 2002, pero su legado ha seguido muy presente en las alfombras rojas de todo el mundo. Para la historia quedan creaciones como el body de insectos y estampados de leopardo que lució Beyoncé en una gira, el maxisombre­ro que sacaba a pasear Lady Gaga o las extravagan­tes transparen­cias y tiras que mostraron modelos como Cindy Crawford o Naomi Campbell.

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MARTIN OUELLET-DIOTTE / AFP

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