La Vanguardia (1ª edición)

Se acaba la travesía en el desierto en la que Barcelona no era sede de grandes eventos”

- A cel na

El Tour de Francia del 2023 arrancará de Bilbao y un mes y medio después la Vuelta a España de ese mismo año hará su salida desde Barcelona, que albergará las dos primeras etapas de la edición del año que viene, que se disputarán el 19 y el 20 de agosto.

La Vuelta siempre busca inicios impactante­s, como en la pasada edición, cuando el banderazo de salida se dio en la catedral de Burgos. Otras salidas espectacul­ares de los últimos años pasaron por la Arena romana de Nimes, las Salinas de Torrevieja, una batea marisquera de Vilanova de Arousa o en las calles de Pamplona en las que se celebran los encierros de San Fermín. El año 2022 partirá desde Utrecht (Países Bajos).

Y en el 2023 llegará el turno de Barcelona. Según Jaume Collboni, primer teniente de alcalde de Barcelona, con este acuerdo se acaba “la travesía en el desierto en la que ha habido pocas noticias positivas sobre Barcelona como sede de grandes eventos”. La semana pasada, en esa dirección también, se anunció que la selección española de fútbol jugará en marzo un amistoso contra Albania en el RCDE Stadium.

La salida desde Barcelona será histórica ya que se trata solo de la segunda vez en las 78 ediciones de la Vuelta que la carrera se pondrá en marcha desde la capital catalana. Del anterior inicio hace 60 años. Fue en la Vuelta a España de 1962, que se inició con una etapa en línea de 90 km en los que se impuso Antón Barrutia, del Kas, que fue el primer líder aquel año en que el triunfo acabó siendo para Rudi Altig.

En el 2023 se empezará con una contrarrel­oj por equipos, según desveló Javier Guillén, director de La Vuelta. Guillén dio más pistas sobre cómo serán las dos primeras etapas. “El sábado será una contrarrel­oj donde trataremos de aprovechar al máximo la belleza de Barcelona”, explicó. El Ayuntamien­to cree que es la fórmula más plástica para promociona­r los encantos de la capital catalana.

Una crono por escuadras significa que los aficionado­s podrán ver de cerca a los corredores de los 23 equipos participan­tes en sus calles durante gran parte del 19 de agosto, ya sea en la competició­n (los equipos salen con una diferencia de cinco minutos) o reconocien­do el recorrido.

Jaume -ollboni Teniente alcalde de a cel na

Aprovechar­emos al máximo la belleza de Barcelona, recorremos mucho sus calles” Javier Guillén Di ect de La V elta a E a!a

cuito de Montjuïc al catalán Joaquim Rodríguez. Las anteriores visitas ya fueron en los noventa y no dejaron buen sabor de boca. En 1999, en un día muy lluvioso, los ciclistas amenazaron con plantarse por la seguridad y en 1995 se neutraliza­ron varias vueltas al circuito por idéntico motivo.

En el 2014 la ciudad barcelones­a pudo ser punto de partida del Tour de Francia pero el acuerdo del exalcalde Jordi Hereu con el director de la Grande Boucle, Christian Prudhomme, acabó cayendo en saco roto. Ahora ASO, organizado­r del Tour, la Vuelta y la Volta a Catalunya, ha vuelto a pensar en Barcelona.

Sobre el efecto para la ciudad, Collboni apuntó que “el impacto reputacion­al es incalculab­le”. El regidor de Deportes, David Escudé, recordó que la caravana que acompaña al pelotón es de cerca de 2.000 personas. “Esto no es una etapa sino una salida. Así que durante una semana tendremos a gente pernoctand­o con algún vínculo con la carrera”, abundó.c

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