Sánchez intenta contener otra espiral de tensión en la coalición de Gobierno
Los apoyos a la reforma laboral y la ley de Vivienda abren nuevos recelos en UP
Asens bendice el “cambio de tono” del PSOE con la crisis de Ucrania y dice que ya “no hay discrepancia”
“No hay tensión entre los miembros de la coalición de Gobierno”, zanjan en la Moncloa, pese a la sucesión de choques estratégicos entre el PSOE y Unidas Podemos por la posición ante la crisis con Rusia, los apoyos para convalidar la reforma laboral o el alcance final de la ley de Vivienda.
El equipo de Pedro Sánchez resalta así que la coalición está perfectamente engrasada y alineada en el Consejo de Ministros para seguir avanzando en su programa reformista –ayer, por ejemplo, con la aprobación de la revalorización de las pensiones–, pese a que de puertas para fuera aumente el ruido de las polémicas.
“No está justificado el temor de Unidas Podemos”, replican en la Moncloa ante los recelos expresados por la formación morada sobre la presunta disposición del PSOE a alterar la esencia de la futura ley de Vivienda, tras el informe negativo que se espera del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y ante la amenaza de un eventual cambio en los apoyos parlamentarios del Ejecutivo. “El Gobierno hace leyes constitucionales”, defienden, ante la previsión de que el órgano de gobierno de los jueces cuestione una invasión competencial de la norma en la legislación autonómica.
Pero la ministra de Derechos Sociales y secretaria general de Podemos, Ione Belarra, expresó ayer su preocupación al respecto, al anunciar que emprenderá una ronda de contactos con las organizaciones sociales para preservar la ley de Vivienda tal y como se aprobó en primera lectura por el Consejo de Ministros. Y la portavoz del Gobierno, la socialista Isabel Rodríguez, reafirmó a su vez el compromiso de garantizar el acceso a la vivienda, sobre todo de los jóvenes. “Y de esos compromisos no nos vamos a mover”, zanjó.
En Unidas Podemos también critican que el PSOE esté dispuesto a jugar la carta de Ciudadanos para convalidar la reforma laboral en el Congreso, ante las resistencias de ERC y el PNV. Pero en la Moncloa advierten que el objetivo compartido por los socios de la coalición es idéntico: preservar la reforma acordada con empresarios y sindicatos. “El Gobierno no contempla otro escenario que el de la convalidación de la reforma laboral”, advirtió la ministra portavoz, que recordó además que la norma ya está en vigor.
Sin querer entrar en “especulaciones” sobre los apoyos que se están negociando para lograr esta convalidación, en la Moncloa priorizan el objetivo: “Tienen que salir los números. Nos queda una semana y se trata de que haya votos suficientes”, alegan, sin descartar el respaldo de Ciudadanos, pese a que el PSOE también busca el apoyo de ERC y el PNV.
El presidente del Euskadi Buru Batzar (EBB) del PNV, Andoni Ortuzar, hablaba de nuevo ayer de la situación, entrevistado en Onda Cero, y se preguntaba si el PSOE tiene claras sus alianzas estratégicas, toda vez parece dispuesto a cerrar acuerdos con “los que nos llaman patulea”, en referencia a Ciudadanos. Ortuzar recordaba que el PNV asume el texto pactado por la mesa del diálogo social y se ha abstenido de tratar de introducir cambios, pero no renuncia a que el espacio de diálogo social vasco sea respetado, única condición que ponen para su apoyo. E insistió en el litigio que mantienen con el ministro de Inclusión, José Luis Escrivá, por su negativa a cumplir lo pactado respecto a la gestión del ingreso mínimo vital.
Joan Baldoví, portavoz de Compromís, que sí está dispuesto
Ortuzar y Baldoví afean a los socialistas su acercamiento a Cs y temen por el futuro de la legislatura
a apoyar la reforma laboral, también alertaba ayer al PSOE sobre la posibilidad de cambiar de aliados y censuraba expresamente “los guiños a Ciudadanos”, una situación que les incomoda y creen que compromete la legislatura, aunque no quiso resolver si ese giro de los apoyos modificaría su posición en la convalidación de la reforma laboral.
Mientras, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, arranca hoy dos jornadas en Catalunya, donde se reunirá con patronal y trabajadores de diversos sectores, incluidos los de Seat, a los que explicará las bondades de la reforma laboral. A su visita a Catalunya seguirá la de los secretarios generales de CC.OO. y UGT, Unai Sordo y Pepe Álvarez, en una semana que traslada presión extra sobre ERC, que sigue en el voto negativo, aunque negociando.
Donde los socios de Gobierno fumaron la pipa de la paz es en lo relativo a la crisis de Ucrania. El presidente del grupo confederal de Unidas Podemos, Jaume Asens, celebró el “cambio de tono” de los socialistas, pasando de hablar “de fragatas a hablar de distensión”, lo que significa que “ya no hay discrepancia”. En la Moncloa, no obstante, defienden que “la posición del Gobierno no ha cambiado en ningún momento”.c