Certificado covid, único requisito para viajar
Nuevas normas para una nueva fase de la pandemia. La covid ha entrado en una nueva fase y la Unión Europea ajustó ayer sus recomendaciones sobre movilidad interna para afrontar el reto que supone la variante ómicron, mucho más infecciosa que las conocidas a la vez que menos virulenta para las personas vacunadas.
El 1 de febrero, los mapas de contagios que clasificaban a los países y regiones por colores en función de las cifras de contagios quedarán enterrados como herramienta para determinar las condiciones a la llegada de viajeros dentro de la zona Schengen. En adelante, las medidas solo dependerán del estatus de vacunación de las personas.
El cambio de enfoque, de uno basado en el país de procedencia a otro estrictamente personal, fue ratificado ayer por el Consejo de Asuntos Generales de la UE y permite en teoría a los viajeros en posesión de un pasaporte covid europeo viajar sin restricciones por la zona Schengen y no verse sujetos a cuarentenas o pruebas de diagnóstico a su llegada. Es decir, las personas que puedan acreditar que tienen la pauta completa de vacunación, han recibido la tercera dosis en el plazo de 9 meses desde el último pinchazo o se han recuperado de la enfermedad en los últimos 180 días. La alternativa para las personas no inmunizadas seguirá siendo la presentación de un test negativo tipo PCR realizado 72 horas antes o un test de antígenos, aunque su validez se reduce ahora de 48 a 24 horas.
Se trata sin embargo de una recomendación, no de una decisión vinculante, y alrededor de una decena de Gobiernos europeos confirmaron ayer que van a seguir aplicando condiciones adicionales a los viajeros intracomunitarios, como la presentación de un test negativo reciente en función del área de procedencia. Entre estos países figuran por ejemplo Portugal, Italia, Alemania o
Países Bajos. Francia por ejemplo, a raíz de la aparición de ómicron, requiere una prueba adicional a los viajeros procedentes de fuera de la zona Schengen. España, por su parte, aplica ya el enfoque adoptado por la Unión y el secretario de Estado para la UE, Pascual Navarro, ha celebrado los cambios, que cree que redundarán en una mayor movilidad entre los países europeos.
Con sus limitaciones, el acuerdo alcanzado ayer reitera el enfoque de evitar imponer restricciones a la movilidad a las personas en posesión de un pasaporte covid europeo, la herramienta lanzada el pasado verano para ayudar a levantar las medidas nacionales decididas por los Gobiernos para impedir la propagación del virus.
El Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC), el organismo que elabora los famosos mapas semáforo a partir de criterios epidemiológicos, seguirá elaborándolos pero ya solo se utilizarán para hacer seguimiento del riesgo pandémico de cada región. La UE se ha cubierto las espaldas y mantiene adoptado un “freno de emergencia” para coordinar la reintroducción de restricciones a los viajeros de si surgen variantes preocupantes del virus.c