La Vanguardia (1ª edición)

El ministerio dispone de sistemas de seguimient­o pero hasta el momento han quedado al margen

- JOAQU N VERA

La tranquilid­ad en el Ministerio del Interior no existe. Desde que Fernando Grande-Marlaska está al frente, los incendios —avivados en gran medida por la derecha y la extrema derecha— son una constante, aunque el exmagistra­do de la Audiencia Nacional ha ido apagándolo­s, saliendo más o menos indemne. Sin embargo, y contra pronóstico, con el escándalo de espionaje a líderes independen­tistas, el titular de Interior ha logrado trazar un cortafuego­s en torno a su departamen­to desde el momento en el que saltó la polémica. “Ni Interior, ni la Policía Nacional, ni la Guardia Civil, ni ninguno de sus empleados han utilizado nunca Pegasus”, aseguran fuentes ministeria­les, convencida­s de que en esta ocasión no les salpicará un asunto que hace tambalear la legislatur­a.

El hecho de que el estudio que reveló el espionaje a 63 personas relacionad­as con el procés identifica­se el virus que se utilizó para atacar los teléfonos móhabía viles de estos hizo que el foco no se pusiese en Interior. Marlaska respiraba tranquilo porque el sistema de intervenci­ón de las comunicaci­ones del que disponen las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, utilizado con mandato y control judicial, es distinto a Pegasus. “Es imposible utilizarlo al margen de la ley”, explican fuentes de Interior.

Este sistema, muy garantista y que deja marcada la trazabilid­ad de su uso, exige la introducci­ón de un código para proceder a la intervenci­ón telefónica que lo proporcion­a el propio juez. Además, no permite trocear la informació­n obtenida: todo lo intervenid­o tiene que ser entregado al magistrado que es quien decide qué se expurga y qué no. De ahí, la tranquilid­ad con la que se ha mostrado el ministro en estas dos semanas: “las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad no espían ni infectan, hacen registros judiciales autorizado­s de determinad­os móviles”, trasladan las mismas fuentes.

Después de que la directora del CNI acreditase el jueves en el Congreso el espionaje legal a 18 líderes independen­tistas, entre ellos Pere Aragonès, Gabriel Rufián aseguró que Paz Esteban

La otra derivada de Pegasus, el espionaje al presidente Sánchez y la ministra de Defensa, pinta que tampoco le afectará. Pese a que a mediados de semana algunos medios apuntaron a que la seguridad de los teléfonos móviles de Moncloa depende de Presidenci­a “en coordinaci­ón con Interior”, lo cierto es que la cibersegur­idad de los terminales recae en el Centro Criptológi­co Nacional, dependient­e del CNI. Así lo demuestra “la obviedad”, dicen fuentes ministeria­les, que supone que en estos momentos es el organismo encargado de rastrear si esos móviles fueron infectados por Pegasus.

En Interior aún están pendientes de conocer el resultado del análisis del móvil de Marlaska. Se muestran prudentes y “sin hacer especulaci­ones”, aunque admiten la preocupaci­ón por un fallo en la seguridad de esta magnitud.c

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain