Plan municipal para reparar el despropósito de Les Corts
El Ayuntamiento propondrá una mediación para que los negocios afectados no sean desahuciados
El gobierno de la alcaldesa Ada Colau trata ahora de recomponer el despropósito cometido en relación a la operación de compra de locales supuestamente vacíos en el barrio de Les Corts. El Ayuntamiento intentará facilitar una mediación entre la propiedad y la quincena de inquilinos afectados a fin de que los negocios de la calle Doctor Nubiola i Espinós puedan continuar funcionando allí mismo. Porque aquella operación municipal en principio destinada a revitalizar la vida tradicional de barrio, enmarcada en el programa Amunt Persianes, supuso también el arranque de un proceso de desahucio de estos modestos negocios.
Hace pocas semanas, una vez se hizo público, el asunto desató una tormenta política muy agria. ¿Acaso el Consistorio incitaba el mobbing inmobiliario? Entonces
El proceder municipal de los últimos meses hace que propiedad e inquilinos desconfíen del Consistorio
el Ayuntamiento descartó la compra de estos inmuebles y acusó al propietario de actuar con mala fe, de aprovecharse de la letra pequeña. La operación quedó desterrada esta semana luego de que la comisión municipal de gobierno aceptara de manera oficial la renuncia del propietario a vender sus locales.
El problema es que el proceder municipal en todo este asunto se antojó siempre tan irregular que en estos momentos el Consistorio no inspira mucha confianza a ninguna de las dos partes, y obviamente tampoco la mediación que les pueda proponer. De hecho, el fondo de inversiones propietario dice de una manera muy airada que no quiere saber nada del Ayuntamiento. “No daremos más explicaciones públicas sobre operaciones privadas –añade, conteniendo su malestar–. Únicamente señalar que alucinamos con la clase política de esta ciudad y su manera de proceder. Dan ganas de marcharse a otro sitio”.
Y los inquilinos también desconfían del ejecutivo municipal,a pesar de que no tienen más remedio que buscar su amparo. Recuerdan que sobre ellos aún pesan aquellos burofaxes de la propiedad remitidos en marzo que les comunican que han de abandonar los locales en cuestión a principios de junio, dentro de nada. El fondo en cuestión compró estos locales en el 2019, y los contratos de alquiler, a medida que expiraban, se renovaban de un modo tácito, mes a mes. Muy pocos afectados disponen de un