Han venido para quedarse
El sorprendente Baxi Manresa sigue haciendo historia y disputará su primera final europea tras batir al Ludwigsburg en la Champions League
como el mejor ante el Ludwigsburg y no sufrió el vértigo que otros muchos equipos han padecido en situaciones similares.
Fue una fiesta completa la del Bilbao Arena, donde la ilusión del Manresa tumbó a la fiabilidad alemana. Impuso el equipo de John Patrick su estilo de juego, con un baloncesto más lento y con poco margen a la locura, opuesto al de Pedro Martínez. Pero supo adaptarse el equipo manresano al escenario del partido tras unos minutos iniciales algo dubitativos y acabó hasta disfrutando en el último cuarto, cuando alcanzó su máxima diferencia con un palmeo de Moneke (49-58, m32) y ya no dejó levantarse al rival.
Mermado en la dirección y con sus principales jugadores exteriores algo tocados, supo el Manresa apoyarse en su juego interior, que dominó la semifinal con puño de hierro. Sima (15), Moneke (13) y Bako (10) fueron torres poderosas en la pintura ante un Ludwigsburg que poco pudo anteponer más allá de su meritoria actitud defensiva. La fiesta no iba con ellos. Era exclusiva del Manresa, que sueña con los ojos abiertos. Se queda en Bilbao. La final le espera.c