Repsol pide a la UE reconsiderar el papel del gas y el petróleo
El presidente de Repsol, Antonio Brufau, puso ayer en duda la fuerte apuesta de la Unión Europea por abordar el reto de la transición hacia una economía descarbonizada en el 2050 centrándose exclusivamente en la electrificación.
El directivo pidió una reflexión sobre el coste de asumir en solitario el liderazgo global de la descarbonización cuando el continente apenas es responsable de un 5% de las emisiones globales. te en los ciudadanos ponga en peligro el proceso de transición. “Dejemos a las tecnologías que actúen y compitan. Dejemos al ciudadano elegir si quiere un vehículo eléctrico o de combustión porque es quien tiene que pagar la factura”, aseguró.
Una factura que cifró en “centenares de billones de dólares”, por lo que recordó a los políticos la importancia de acertar en el diseño correcto de políticas que permitan minimizar emisiones y garantizar, al mismo tiempo, que no se produzcan desabastecimientos o incrementos inasumibles de los precios energéticos. Para ello Brufau demandó hacerlo “sin dogmas”, “con pragmatismo” y “sin la soberbia intelectual”. ¿Tiene sentido sustituir el gas ruso con la importación de gas natural de Estados Unidos, que dispone de precios locales bajos de los que no se beneficia Europa y es muy abundante gracias al fracking, mientras prohibimos esta técnica en nuestro continente?”, se preguntó Brufau. Al tiempo que cuestionó el sentido de reducir “casi a lo anecdótico” el debate sobre la geopolítica de minerales críticos para la transición energética y la dependencia que eso generará.
Por su parte el consejero delegado, Josu Jon Imaz, defendió ante los accionistas la estrategia de transición energética de Repsol, y se mostró convencido de poder llegar a acuerdos con unos sindicatos que ayer le advirtieron de que “peligra la paz social”, mientras un discreto grupo de empleados protestaban frente al Palacio de Congresos, donde se celebraba la junta.c