El ballet de los políticos
QGiselle de platea y pasó desapercibido para gran parte del público, aunque la responsable de protocolo acudió en su busca en el entreacto. Aragonès se había perdido la función de la tarde, que, según dijo la propia Tamara Rojo, suponía su despedida de los escenarios en España. La bailarina fue agasajada por el teatro con la insignia del Liceu y una foto numerada del Concierto del Bioceno. El boca a boca ha conseguido que esta Giselle que no deja indiferente lograra un lleno con el público aplaudiendo de pie, políticos incluidos.c