El ambulatorio que receta ejercicio
Un CAP de Igualada abre una consulta especializada en prescripción de actividad física a los pacientes crónicos
de actividad específica adaptado a su patología, edad, sexo o condiciones físicas. En el caso de Ratera, que no debe realizar otro tipo de esfuerzos, consiste en andar. Andar todos los días y hacer estiramientos para evitar lesiones. “Al principio hacía un kilómetro y acababa crujido”, rememora. Ahora no baja de seis.
Castro se ocupa de atender a estos pacientes una vez a la semana y realiza un seguimiento personalizado de cada uno. “Se trata de crear un hábito, de que vean que se van encontrando mejor. A quienes no han practicado nunca actividad física y los tienes que convencer de que les beneficiará, es un poco de lucha. Cuesta hacerle entender a una persona diabética
Los objetivos: mejorar la calidad de vida de los enfermos, reducir la medicación y alargar la supervivencia
que nunca ha hecho ejercicio de que si lo hace bajará el nivel de azúcar”, explica. El programa se complementa con pautas para una alimentación equilibrada.
En el caso de los pacientes post covid, la actividad se centra especialmente en el trabajo respiratorio y de rehabilitación muscular.
Además de elaborar el programa, el enfermero lleva un control de la intensidad y la frecuencia de la actividad, evalúa sus resultados y ajusta periódicamente la pauta recomendada. Además, trabaja en colaboración con los servicios de cardiología y fisioterapia del hospital de Igualada. La literatura médica sobre la actividad física en patologías crónicas es escasa. “Hasta ahora era ‘vete a caminar 20 minutos’ para todo el mundo y para cualquier enfermedad”, razona Castro, pero la enfermería de países como EE.UU. o Australia está más avanzada en este ámbito que los países europeos.c