“Invito a un pensamiento más elaborado que la simple contemplación de un paisaje”
Director, presentador y productor de ‘El nómada de la moto’ (Odisea)
Hace poco más de una década, Miquel Silvestre (Denia, 1968) era un registrador de la propiedad. Pero se embarcó en una vuelta al mundo en moto y ahí cambió su vida y su manera de ganarse el pan. Desde 2015 ha presentado los programas de viajes Diario de un nómada en La 2 y desde el 2018 Moto nómada en Amazon Prime Video. Y mañana estrena El nómada de la moto en el canal Odisea, una serie en la que se adentra en la España vaciada.
¿Por qué la palabra nómada está en todos los títulos de sus programas? ¿Es la palabra con la que más se identifica?
Nómada ahora ya no soy porque estoy casado y tengo dos hijos... Pero cuando empecé hace ocho años en TVE sí era un nómada profesional. Llevaba diez años viajando por mi cuenta y grabando para YouTube. Lo que sí me permite esta palabra es vincular el programa con el gen nómada que todos tenemos en mayor o menor grado. Porque el ser humano empezó como cazador recolector que tenía que desplazarse para recoger los alimentos. Nosotros no tenemos raíces como los árboles. Siempre tenemos la voluntad de movernos. Identificarme como nómada me permite conectar con esta naturaleza que me lleva a desplazarme, interesarme y descubrir qué hay al otro lado del último horizonte. Y eso es a lo que siempre invito al espectador.
¿Cómo pasó de ser un registrador de la propiedad a trabajar en televisión?
Me había sacado las oposiciones pero siempre me había seducido la idea de viajar en moto y escribir libros de viajes. Pedí una excedencia en principio solo para un año porque quería hacer algo más en la vida que estar detrás de una mesa en un despacho. En el 2011 di la vuelta al mundo en solitario en moto e iba colgando vídeos en YouTube cuando en aquel momento prácticamente nadie lo hacía. Esos vídeos se vieron en RTVE y me invitaron a colaborar en La aventura del saber. Mis reportajes fueron teniendo reconocimiento y se planteó la posibilidad de tener mi propia serie. Ahí fue cuando empecé a dirigir y producir Diario de un nómada. Creo que es el único caso de un programa de televisión en España en el que el que lo presenta es también el que lo produce y lo dirige. ¡Y el que lo monta! Desde la música hasta el último crédito.
¿Qué destinos le veremos recorrer en
El nómada de la moto?
Es un viaje por distintas zonas de la Península Ibérica, aunque se centra sobre todo en la España vaciada de Castilla y León y Castilla-La Mancha. Empecé a rodar durante el confinamiento, que pasé en Talavera de la Reina junto a mi familia. Primero viajé por las zonas más colindantes en la provincia de Toledo y Ávila, donde me encontré una España desértica más que vaciada, porque la gente estaba confinada y se pudo rodar en un escenario casi de fantasía. Y para matar el gusanillo de viajar internacionalmente también fui a Portugal.
¿Qué cree que buscan los espectadores en sus programas: paisajes, experiencias, recomendaciones…?
Una combinación harmónica de todo. Lo primero que se espera es una aventura y ver unos paisajes con el dinamismo que supone ver una moto en movimiento. La aventura debe complementarse con la realidad del viaje: que se vea al viajero comer, dormir, pasarlo mal y pasarlo bien... Y después que se acompañe de datos históricos y reflexiones personales, desde la ecología y la realidad sociopolítica a la opinión sobre la historia del país. Cualquier cosa que invite al espectador a un pensamiento más elaborado que la simple contemplación de un paisaje.
¿A qué conclusión ha llegado sobre cual es la mejor manera de viajar?
Recomiendo viajar lento y con tu propio vehículo, ya sea bicicleta, moto o coche, para tener libertad y poder descubrir las carreteras que tienes más cerca y las que tienes mas lejos sin depender de horarios ni transportes. Además, hay algo muy importante que no tenemos en cuenta: cada año mueren muchos turistas en accidentes de tráfico cuando se meten en un autobús en países como Perú, Egipto o India, donde los vehículos y las carreteras están en mal estado y los conductores van muy cansados o drogados para aguantar horarios. Cuando viajas en tu vehículo, este peligro se reduce. Me preguntan mucho si he pasado miedo, si me han asaltado o si he vivido situaciones de peligro. Mi experiencia es que la mayor parte de gente es muy buena en todas partes y que lo que sí es peligroso es la carretera.c