Los ‘coworkings’ se disparan tras la covid y dan la espalda a los autónomos
El sector ofrece 62.000 puestos de trabajo, un 40% más, por valor de 131 millones
El sector del coworking se disparó en el 2021, con un crecimiento de la oferta de 18.000 puestos de trabajo (un 40% respecto al 2020) y la vuelta a la plena ocupación, según los datos de Coworking Spain. “Tenemos demandas de empresas que buscan 60 o 100 puestos y es muy difícil ubicarlos en Barcelona”, corrobora Manel de Bes, director del departamento de oficinas de Forcadell.
Manuel Zea, consejero delegado de Coworking Spain, ratifica que el motor del crecimiento del sector ha sido la demanda de las empresas. “Antes encontrábamos empresas que buscaban 20 o 30 puestos, pero hoy buscan 200”, señala. A su juicio, empresas cada vez más grandes recurren a los coworkings “porque, ante el auge del trabajo en remoto muchas firmas buscan ubicaciones que incentiven el trabajo presencial, y también un entorno y un ambiente que les favorezcan para retener a trabajadores valiosos o contratar a otros nuevos. Y también por un tema económico: ubicarse en un coworking permite no invertir en el inmueble ni en equiparlo”.
Los operadores de coworking, por su parte, están dando también un giro a su modelo de negocio y algunos ya no comercializan puestos flexibles (en los que el trabajador no tiene un sitio fijo) y los más prime solo aceptan empresas que contraten varias decenas de puestos fijos. Manel de Bes recuerda que “con la pandemia los coworkings sufrieron una alta desocupación porque los autónomos, de oficinas de coworkings, aumentando la superficie total un 17%, hasta los 1.153 millones de metros, de los que un 53% están en Madrid, el 45% en Barcelona y el resto en Valencia, Málaga, Sevilla y ciudades más pequeñas.
“El sector del coworking vivió una expansión rapidísima desde el 2017 hasta el 2019, y ahora ha recuperado los planes de expansión tras el parón de la pandemia. Hay muchos operadores a la búsqueda de espacios que se ajusten a sus requisitos”, señala De Bes.
La expansión se corresponde con el aumento de la demanda de este tipo de oficinas. “Empresas de sectores tradicionales como consultoras, financieras o legales buscan tener su propia sede, y también las pymes, en Catalunya. En nuestras demandas, el 70% procede de empresas extranjeras, de start-ups tecnológicas o de multinacionales, aunque sean de capital local, que quieren un espacio especial para sus equipos