ENTREVISTA
Para entender el contexto histórico de la invasión de Ucrania conviene remontarse a una reunión celebrada en febrero de 1990 en Moscú tras la caída del muro de Berlín. Sus protagonistas: James Baker, el secretario de Estado de George Bush padre, y el último líder de la Unión Soviética, Mijaíl Gorbachov. En aquel encuentro, Baker propuso la unificación alemana con garantías de que “la OTAN no se expandirá ni un centímetro hacia el Este”. Gorbachov respondió que sí. Lo que ocurrió en los siguientes años tal vez ayude a explicar por qué Vladímir Putin suele repetir sardónicamente la frase “ni un centímetro más” en sus denuncias contra Occidente. Desde 1990, 14 países se han incorporado a la OTAN, entre ellos Polonia, Hungría, la República Checa, Eslovaquia y los bálticos. Pronto ingresará Finlandia, tal vez Suecia.
Mary E. Sarotte, historiadora estadounidense de la Universidad John Hopkins, en Washington, analiza si hubo engaño o no en su nuevo libro, titulado precisamente Not one inch (Baker dijo “una pulgada”, unos tres centímetros). Su conclusión: “El deshielo tras la guerra fría fue un momento precioso y desaprovechado”.
¿Sabemos seguro que Baker propuso frenar la ampliación de la OTAN en aquella reunión con Gorbachov?
Sí. Baker escribió un resumen secreto que fue entregado al embajador alemán en Moscú. Y, en 1998, Helmut Kohl desclasificó otros documentos que lo confirman. Nunca he entendido a quienes en Occidente lo niegan. Ahora bien, Putin ignora el trasfondo histórico cuando denuncia el engaño. Todo 1990 es un proceso en el que es largo averiguar qué va a pedir Moscú a cambio de dar su consentimiento a la reunificación alemana. En febrero, Baker ofrece aquello de “ni un solo centímetro”. Pero cuando vuelve a Washington, Bush le dice que no.
¿Por qué tuvieron que negociar esto con Gorbachov?
Legalmente, Alemania no podía ser reunificada sin el beneplácito de Rusia, que era integrante clave de la alianza ganadora de la guerra en 1945. Es más, había 400.000