Cuatro años de cárcel para el expremier francés Fillon por malversar
ponerlo en evidencia, como sí le sucedió en el proceso del 2016. Con un carácter más afable que Duterte, está por ver si sigue con su sanguinaria política antidrogas u opta por un enfoque menos despiadado. También se mirará con lupa si utiliza el cargo para frenar las investigaciones aún abiertas sobre la ilícita fortuna familiar.
La jornada electoral, en la que estaban llamados a votar 67 millones de filipinos, también estuvo marcada por las largas colas en los colegios, los problemas técnicos y algún acto violento, como la muerte a tiros de cuatro personas en la sureña isla de Mindanao.c
El Tribunal de Apelación de París condenó ayer al ex primer ministro conservador francés François Fillon a cuatro años de cárcel –uno de ellos firme– y a una multa de 375.000 euros por malversación de fondos públicos en el caso de los empleos ficticios que, como ayudante, tuvo su esposa, Penelope, gracias a los cargos del marido.
La decisión judicial es relevante por su ejemplaridad contra la corrupción y por la relevancia del condenado, que aspiraba a la presidencia de la República en el 2017 cuando el escándalo estalló y arruinó sus grandes posibilidades de victoria. Además de la pena de prisión y de la multa, Fillon queda inhabilitado para ejercer cargos públicos durante diez años.
Penelope Fillon fue condenada a dos años de cárcel suspendida y a 375.000 euros de multa, además de una inhabilitación de dos años. Otro implicado, Marc Joulaud, suplente de Fillon en la Asamblea Nacional, recibió una pena de tres años de prisión suspendida y cinco años de inhabilitación. Los tres deberán abonar además 800.000 euros a cámara legislativa para resarcirla del daño causado. Ninguno de ellos estaba presente en la lectura de la sentencia. Sus abogados anunciaron recurso al Tribunal de Casación (Supremo). Si se ratifica la pena, Fillon podría cumplirla en arresto domiciliario y con un brazalete electrónico de control.
Además de sus problemas con la justicia, Fillon fue noticia hace unas semanas por sus bien remuneradas funciones, como consejero, en grandes empresas rusas. A raíz de la invasión de Ucrania, el ex primer ministro se vio obligado a renunciar a esos trabajos porque eran éticamente insostenibles.c
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