Uno de los compinches de Villarejo, ingresado por un ictus
El excomisario de la Policía Nacional Enrique García Castaño sufrió un ictus el pasado 1 de mayo y ayer lunes su defensa, al retomarse el juicio que se sigue contra él y contra su colega José Manuel Villarejo por el caso Tándem, pidió que un forense de la Audiencia Nacional lo analice “cuanto antes” para examinarlo, petición a la que ha accedido la presidenta del tribunal, Ángela Murillo. El letrado también había planteado que, hasta conocer el dictamen, el juicio quedara suspendido respecto a su cliente. Sin embargo, Murillo determinó que el juicio continúe con normalidad hasta que el forense determine si el excomisario debe ser incapacitado y por lo tanto declarado inimputable, que es lo que pretende la defensa de García Castaño, más conocido como El Gordo.
Para la Fiscalía, García Castaño era uno de los principales compinches de Villarejo. Como jefe de la unidad central de apoyo operativo de la Policía (UCAO) tenía a su disposición los medios tecnológicos y operativos para facilitar a Villarejo –a cambio de alrededor de unos 3.000 euros mensuales– información reservada que luego este vendía a clientes privados. Los fiscales apuntan a su “privilegiada posición” en la Policía Nacional para poner a disposición de Villarejo “su capacidad de obtención de información” para el cuerpo de seguridad. Del escrito de acusación se desprende que ambos formaban parte de un “consorcio criminal” iniciado en el 2005.
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