El tope del gas reducirá un 40% los precios mayoristas de la electricidad

El mecanismo entrará en vigor en junio si llega la aprobación formal de Bruselas

A partir de junio, la factura de la luz sufrirá un recorte considerable cuando entre en funcionamiento el tope al gas que ayer aprobó el Consejo de Ministros. Se trata de un límite de 50 euros MWh al gas que se utilice para producir electricidad, que permitirá reducir un 40% los precios mayoristas, que pasarán del promedio de 210 euros del último trimestre a unos 130 euros. Además, recortará también los beneficios extraordinarios que actualmente obtienen las eléctricas.

“Es un paraguas que nos permite estar a resguardo de la gran volatilidad actual en los mercados energéticos”, dijo la vicepresidenta tercera y ministra de Transición

Ecológica, Teresa Ribera, al presentar un mecanismo por el que ha estado luchando durante meses en Bruselas y por el que un socio europeo llegó a calificar a Pedro Sánchez de “Don Quijote que lucha contra los molinos de viento”.

Ahora se entra en la recta final. Ayer se aprobó en Consejo de Ministros, hoy se publica en el BOE y para entrar en vigor necesita todavía la aprobación formal de la Comisión Europea, que se espera en una o dos semanas, según calcula el ministerio. También se da un plazo de 12 días a las comercializadoras para adaptarse. Es decir, la previsión es que el tope entre en vigor en junio.

Supondrá una mejora inmediata para el 37% de los consumidores domésticos y del 70% de los industriales. Es decir, de todos los que tienen la tarifa regulada (PVPC), un 40% del total, los que están sujetos a la subasta de precios energéticos. Para el resto, los del mercado libre, el Gobierno considera que verán mejorada su tarifa a medida que renueven sus contratos.

Durante los primeros seis meses, el tope se fija en 40 euros MWh. A partir del séptimo, aumentará 5 euros por mes, hasta terminar en 70 euros al final del período, lo que supone una media de 48,8 euros MWh. Al topar el gas, se reduce el efecto contagio y se rebaja de forma automática el precio global de la electricidad, ya que esta energía es la más cara y en el sistema marginalista de fijación de precios es la que acaba estableciendo el precio final.

“Por primera vez no pagan los mismos. Una situación como esta habitualmente se ha saldado con una mayor aportación de los presupuestos generales del Estado, de los contribuyentes… Por primera vez, las medidas que se adoptan tienen como finalidad reducir los beneficios extraordinarios de las empresas energéticas, para facilitar que el ajuste nos beneficie a todos”, dijo la ministra Ribera.

Es una referencia a los beneficios caídos del cielo que hasta el momento obtienen las empresas que ofertan energías con costes más reducidos que el del gas. Empresas que seguirán obteniendo beneficios, pero menos, y a las que Ribera les ha reprochado la actitud: “Nos hubiera gustado mucho que hubieran tenido un comportamiento más acorde a la situación que estamos viviendo en este momento, y hubieran podido hacer ofertas en el mercado libre más ajustadas a la capacidad de pago de los hogares o a las necesidades de los industriales”.

Un tema importante es la compensación a las gasísticas por el precio real del gas, superior al tope impuesto. Esto lo pagarán los consumidores beneficiados por la medida en cada momento; es decir, los del mercado regulado, y será un coste menor que el ahorro final proporcionado por la medida. Tendrán que abonar solo a precio

“Por primera vez no pagan los mismos y se reducen los beneficios extraordinarios”, dice la ministra Ribera