“Si no eres joven y atractiva, estorbas”
Elia Barceló regresa a la luz del Mediterráneo con ‘Muerte en Santa Rita’
Elia Barceló es un referente de la literatura de ciencia ficción. También de la novela más negra. El año pasado se sumergió en el horror y el noir más oscuro con La noche de plata, una investigación sobre desapariciones de niñas en el invierno vienés. Ahora, ha querido cambiar de tercio y ha vuelto a la luz del Mediterráneo para su nueva novela, Muerte en Santa Rita (Roca Editorial), donde no faltan el misterio y la intriga y donde hay ecos del pasado, pero que es sobre todo una reivindicación de la amistad y la vida en comunidad.
Greta se acaba de separar. Su marido, un prestigioso médico alemán, se ha jubilado y a ella la convivencia se le hace insoportable. Para poner tierra de por medio, decide instalarse una temporada en casa de su tía Sofía, una escritora de novelas de misterio y románticas que va a cumplir 93 años. Greta deja la fría Alemania por el balneario de Sofía, cerca de Elche, donde la veterana escritora convive con un grupo variopinto de personas de diversas edades que, como ella, disfrutan del aire libre y de la vida en común.
“He escrito una novela de lo cotidiano en la que hay un crimen para ver cómo reacciona la gente”, dice Barceló en una entrevista con
La Vanguardia en la que derrocha simpatía. La escritora defiende la viabilidad de “una comunidad de estas características, que funciona porque hay una dueña clara, Sofía”. “Si el grupo se gestionase con normas democráticas podría haber problemas, pero en Santa Rita manda Sofía, que tiene dinero e impone unas normas que sus inquilinos acatan”, añade.
Los miembros de Santa Rita cuentan con la independencia que les da tener su habitación, pero pueden disfrutar de la compañía del resto del grupo y aprovechar la vida al aire libre en una gran finca cerca del mar que en otro tiempo fue un balneario. Barceló se inventó el lugar, que en la novela se llama también La Casa’ las Locas, “porque en esa zona hubo un antiguo manicomio, ahora en ruinas”.
Ese lugar es también una reivindicación de la amistad, “un gran valor a todas las edades, muchas veces superior al de la pareja, porque da más libertad y no provoca dependencias económicas ni legales al basarse solo en el aprecio”.
“La amistad es un gran valor a todas las edades, muchas veces superior al de la pareja”
Por la novela pululan mujeres fuertes como Sofía, Greta, Candy, una empleada de confianza de toda la vida, o Lola, la policía que investiga el inevitable asesinato que convulsiona la apacible convivencia de Santa Rita. La autora quiere “reivindicar a las mujeres de cierta edad, porque parece que si no eres joven y sexualmente atractiva, estorbas”. “A las mujeres, tras la menopausia, les quedan 35 años de vida, amores, proyectos y muchas otras cosas, por eso tengo personajes mayores que tienen pasado y mucho que contar”.
“A las mujeres hay que darles ejemplos de algo que no sea el príncipe azul”, dice, y ese es “el caso de Sofía, que ha sido muy libre” y feliz, porque “hay que desechar la idea de que si no encuentras tu media naranja vas a estar coja toda la vida cuando hay otro tipo de relaciones que funcionan bien”.
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