El centro de Fira de Barcelona recibe una media de 80 a 100 personas al día
la Generalitat. No existen cifras de cuántos han dejado Catalunya, pero en todo caso se estima que como mínimo un centenar.
Mata precisa que, según las últimas cifras de su departamento un total de 21.181 ucranianos viven en Catalunya, en alojamientos comunitarios, en hoteles y en diarias, de las cuales la mitad están en tránsito hacia otros destinos”. Morist calcula que alrededor de un 10% , entre ocho y diez al día, emprenden el retorno a casa o a países fronterizos con Ucrania. Asimismo, Cruz Roja gestiona ahora el alojamiento en hoteles y albergues de 34 municipios de 5.000 personas, mil menos que hace unas semanas.
“Los hoteles de Catalunya están llenos y queremos bajar la ocupación, por eso, desde finales de marzo, derivamos a otras comunidades a las personas que llegan a Barcelona, excepto a las que tienen familiares directos aquí, las que siguen tratamientos médicos o las que deben quedarse por algún otro motivo de fuerza mayor”, añade Morist. Este operativo del programa de acogida de los refugiados lo financia el Ministerio de Inclusión.
“Ahora no tengo planes, no podemos hacer previsiones.
Tras salir de Reus estuvimos un mes en Lublin (Polonia), donde se ha quedado mi hijo Andrii para empezar el próximo curso en la universidad, en España no tenía opciones. Hace una semana que llegué con mi hija y dos tías a Kyiv. Me siento feliz de estar en casa, pero también preocupada por la niña, espero que en septiembre pueda ir a la escuela, ahora sigue las clases en línea”, cuenta Alyona entre la esperanza y la incertidumbre. Sentimientos que albergan las personas a las que la guerra les ha cambiado la vida.c