De progresivo a cósmico
El compositor griego Vangelis falleció la noche del pasado martes según ha anunciado la oficina de sus abogados. El autor del conmovedor tema musical electrónico, y ganador de un Oscar, Carros de fuego contaba 79 años.
Pese a no contar con una formación musical formal, absorbió los tonos de las canciones populares griegas y la música coral cristiana ortodoxa. Músico y compositor sobresaliente, destacó tanto en la electrónica como en la música progresiva o el jazz, aunque su nombre se hizo muy popular como compositor de numerosas bandas sonoras de películas, especialmente Carros de fuego y Blade runner.
Como teclista y músico, aparte de su extraordinaria capacidad compositiva, su mayor aportación a la música y cultura del siglo XX fue conseguir que la música de vanguardia se convirtiese en algo asequible y disfrutable para el gran público. Un mérito conseguido a través de la música electrónica en sí y en el empleo bastante pionero del sintetizador como un instrumento más.
y el éxito de las cuales fue uno de los motivos que le empujaron a meterse en el mundo del celuloide.
Antes de volcarse plenamente en ese ámbito, a principios de la década de 1980, formó una especie de peculiar dueto con Jon Anderson, líder de la banda de rock progresivo Yes, y lanzaron varios álbumes juntos bajo el nombre de Jon & Vangelis. La evolución de Vangelis era imparable y también atractiva y fascinante. Saltó del pop al rock psicodélico; de este a la música vanguardista , y finalmente de esta –no tan abierta como género– a la música de cine, donde se convirtió en prolífico maestro.
A comienzos de los setenta se había retirado al estudio de grabación que había creado en Londres, donde escribió la partitura de Carros de fuego, la historia del triunfo de un grupo de corredores británicos en los Juegos Olímpicos de 1924. El éxito de la película no quitó que escribiera la música para varias películas muy importantes, como Missing, dirigida por su compatriota Costa-Gavras, y especialmente el thriller futurista Blade runner de Ridley Scott.
Desde aquel boom, Vangelis no se quedó quieto ni vivió de rentas, ya que siguió siendo un compositor generoso durante muchos decenios. Sus partituras y su estilo inconfundible se pudieron percibir en la música publicitaria y numerosas otras partituras de películas hasta elaboradas composiciones de estilo sinfónico.c
Aunque las bandas sonoras, entre ellas, algunas tan célebres como las de Carros de fuego o Blade runner, marcan la estela que deja entre nosotros Vangelis, la carrera del señor Evángelos Odysséas Papathanassíou tiene más perfiles no menos interesantes. Aphrodite’s Child, el grupo en el que formó entre otros, con su primo Demis Roussos, fue la banda de rock progresivo más importante de Grecia en su época, el glorioso tránsito entre los 60 y los 70, y una de las escuadras europeas del género en recibir mayor atención. El invento explotó con el doble álbum conceptual 666, aparecido en 1972, y que contó con la participación de la mismísima Irene Papas. También causó escándalo entre las mentes más pacatas por su contenido, que algunos consideraron blasfemo o inductor del pecado, al punto que en algunos países su contenido fue censurado. Quizá fuera eso lo que tanto complació de a nuestro Salvador Dalí, quien elogió el trabajo, e incluso propuso a Vangelis y su tropa realizar un happening en la Sagrada Família de Barcelona, proyecto que al final quedó en agua de borraja. Aventuras posteriores como Heaven and Hell en 1975, o el tándem Jon & Vangelis junto a Jon Anderson, cantante de los británicos Yes, siguen consolidando la leyenda de un Vangelis referente de la música electrónica, el ambient y la new age, siempre cabalgando a lomos de atmosféricos y sinfónicos sintetizadores. Cósmico creador que, en lo que no deja de ser pura coherencia poética, recibió ya en nuestro siglo el encargo por parte de la NASA de componer un himno destinado a la misión no tripulada Mars Odyssey con destino al planeta rojo. Lo que sin duda es llegar muy lejos.c
El compositor griego formó en los sesenta el grupo Aphrodite’s Child, donde también estaba Demis Roussos