Macron mantiene a ministros clave pero añade caras nuevas al Gobierno
Continuidad en Economía e Interior, cambio en Exteriores y Educación
El nuevo Gobierno francés que encabeza Élisabeth Borne quedó constituido ayer tras el nombramiento, por el Elíseo, de los nuevos ministros. El equipo combina la continuidad con caras nuevas. Incluye a pesos pesados del gabinete anterior, como los responsables de Economía –Bruno Le Maire–, de Interior –Gérald Darmanin– y de Justicia –Éric Dupont-Moretti-, pero presenta novedades significativas, como la ministra de Asuntos Exteriores, Catherine Colonna, actual embajadora en Londres, que sustituye al veterano Jean-Yves Le Drian.
La formación del Ejecutivo, decidida por el propio presidente Emmanuel Macron en coordinación con Borne, necesitó varios días de fina orfebrería política. Había que preservar los equilibrios entre las diversas sensibilidades de la mayoría presidencial para asegurar la máxima estabilidad en la nueva etapa. Las elecciones legislativas del 12 y 19 de junio deben permitir realizar los ajustes finales y completar el nombramiento de altos cargos para reflejar la nueva realidad parlamentaria.
Además de Colonna, que ya fue ministra para Europa bajo la presidencia de Jacques Chirac, como jefa de la diplomacia, sobresale la presencia del historiador Pap Ndiaye, considerado un progresista, como ministro de Educación Nacional en lugar de Jean-Michel Blanquer. Este ha tenido mucha exposición pública durante los últimos años y no es muy amado por los maestros. Sale del gabinete la titular de Defensa, Florence Parly, sustituida por Sebastien Lecornu, el ministro saliente de Ultramar.
El hasta ahora portavoz del Gobierno, Gabriel Attal, de 33 años, pasa a ser ministro de Cuentas Públicas. Le sustituye Olivia Grégoire, que ya era secretaria de Estado para la Economía Social. El predecesor de Attal,
La nueva jefa de la diplomacia, Catherine Colonna, embajadora en Londres, fue ya ministra con Chirac
Olivier Dussopt, pasa a Trabajo, una cartera muy delicada porque deberá ocuparse de llevar a cabo la impopular reforma de las pensiones.
Entre las nuevas incorporaciones destaca la de Damien Abad, como nuevo ministro de Solidaridad, Autonomía y Discapacitados. Abad, que sufre una enfermedad congénita en las articulaciones, fue durante la última legislatura el jefe de filas de Los Republicanos (LR, derecha) en la Asamblea Nacional. Llevándolo al Gobierno, Macron prosigue su opa a la derecha. Abad ha tenido que abandonar su partido, donde la irritación es grande. Estos movimientos, sin embargo, no son raros en Francia. La fidelidad a los partidos es muy relativa. El propio ex primer ministro Jean Castex fue militante de LR hasta el último día antes en que Macron lo nombrara para el cargo, en verano del 2020. Apenas nadie le reprochó el paso dado.
La nueva ministra de Cultura es la franco-libanesa Rima Abdul Malak. Varios ministros cambian de cartera, como el de Sanidad, Olivier Véran, que pasa a las relaciones con el Parlamento.
El líder de la izquierda radical, Jean-Luc Mélenchon, aventuró que el nuevo Gobierno tendrá la vida muy corta, solo un mes, porque las legislativas darán el triunfo a la coalición Nueva Unión Popular Ecológica y Social (Nupes), con lo cual será él mismo, Mélenchon, a quien deberá llamar Macron para ser primer ministro.c