“En su trayectoria política, Pich i Pon no destacó como gran orador”
lapsus linguae hilarante por confusión o desconocimiento del significado de las palabras o de las frases hechas. Con esa alegría mental digna de Jean-Paul Desgrava, hablaba de “la luz genital”, del “conflicto nipo-japonés”, o del calor que hace “en plena calígula”. Un día sentenció que “el peor tirano de la historia fue el Tirano de Bergerac” y sobre la cuestión migratoria tenía una opinión abascaliana: “Lo necesario es que cada uno viviera en su propia tierra. Entonces seguramente comenzaríamos a estar bien. Los franceses, en Francia; los ingleses, en Inglaterra; los murcianos, en Murcia; los belgas, en Belgrado...”.
En su discurso de toma de posesión como alcalde dejó bien claro su programa para la ciudad: “Per anar bé, hem de seguir la política de les tres emes: ministració, ministració i ministració”.
De otra forma iríamos ahora si tuviésemos una alcaldía que, aun siendo inútil y lerrouxista como lo era él, al menos nos diera esas alegrías.c