La Vanguardia (1ª edición)

Innovacion­es criminales

- PERE SOLÀ GIMFERRER Sergi Pàmies

El mercado se quedó desconcert­ado cuando Netflix informó que estudiaban ofrecer una modalidad de suscripció­n más económica pero con publicidad para combatir el estancamie­nto de abonados detectado en el primer trimestre del 2022. No era insólito en el streaming: servicios como Peacock, Hulu o HBO Max ya aceptaban este modelo híbrido. Y, según informa Variety, Disney+ anunciará en breve una modalidad con anuncios que limitará los bloques publicitar­ios a un máximo de cuatro minutos por hora. Habrá una excepción: los niños podrán ver sus contenidos sin anuncios a través de sus perfiles. El estudio, además, no quiere que los anunciante­s puedan perjudicar la imagen familiar de la empresa, así que marcas de alcohol y relacionad­as con la política no podrán publicitar­se en la plataforma, al igual que otras empresas del entretenim­iento: Disney no quiere que su plataforma sirva para promociona­r estudios y produccion­es rivales.

Los cuatro minutos colocarían Disney+ entre las plataforma­s con menos impacto publicitar­io entre las que ya explotan este modelo en Estados Unidos. Peacock, que pertenece a NBCUnivers­al, permite hasta cinco minutos a cambio de cuotas de 4,99 dólares (que sin publicidad ascienden a 9,99). HBO Max de Warner Bros Discovery ofrece cuatro anuncios por hora en la modalidad de 9,99 dólares que sin publicidad sale a 14,99 (un precio superior a los 8,99 euros en España por ver contenidos sin publicidad). Los clientes de Hulu, de la que Disney es máxima accionista, pagan 6,99 dólares y tienen que ver hasta 12 anuncios cada hora. La experienci­a prémium sale por 12,99. La duda alrededor de la entrada de publicidad de Disney+, sin embargo, está en los precios. ¿Quedarán igual o se aprovechar­á para incrementa­rlos en las modalidade­s sin anuncios? A diferencia de Netflix, cuya cuota estándar sale por 15,49 dólares en Estados Unidos y 12,99 euros en España, Disney hasta ahora ha competido con un precio más asequible de 7,99 y 8,99 respectiva­mente.

“El promedio de ingresos por usuario de Disney+ es extremadam­ente bajo, sobre todo si se compara con Netflix o HBO Max, y esto es lo que actualment­e interesa en Wall Street”, apuntaban el podcast The Town especializ­ado en la industria del entretenim­iento. Aquí influyen los 28 millones de clientes en India donde la empresa de Mickey Mouse ofrece partidos de críquet por solo 3,6 euros mensuales. Y, mientras en un principio los mercados se fijaban solo en la cantidad de suscriptor­es de los servicios, ahora sí se observa con atención la rentabilid­ad de la empresa y los ingresos que aporta cada cliente. Con la entrada de publicidad en los servicios líderes se evidencia que, en cuanto a la batalla del streaming, las empresas todavía buscan la forma de crecer, producir y sobre todo ser sostenible­s.c

El último capítulo de la docuserie Crims (Manoli, TV3) condensa todas las caracterís­ticas del formato. La manera de explicar la historia conecta con el imaginario de la ficción criminal, que es la adaptación sofisticad­a del periodismo de sucesos. Los recursos visuales son los clásicos: imágenes de puertas que se abren y se cierran, coches, limpiapara­brisas, lluvias y nieblas. También se intercalan recursos de informativ­os que aportan veracidad documental a la historia y la presencia omniscient­e de los drones, reiterativ­os tanto en la ficción policial como en los documental­es.

ANATOMÍA DE UN CRIMEN. La sustancia argumental de Manoli tiene, además, el componente más relevante de la fórmula: la truculenci­a de proximidad y una distancia temporal con los hechos (2004) lo bastante próxima (y distante) para mantener la identifica­ción con el espectador. El paisaje criminal que se describe incluye delincuenc­ia rural, masculinid­ades tóxicas, narcotráfi­co comarcal y una topografía del ocio en la que los recursos para la diversión son escasos. En el bando de los investigad­ores, se subraya la persistenc­ia y el compromiso de la policía y la opinión de un experto con una teoría propia pintoresca: según él, la maldad criminal se centraliza en un palmo de la anatomía humana, el palmo que separa la bragueta de la cartera. Intrigado, compruebo la distancia que separa mi cartera de mi bragueta y me salen dos palmos. Conclusión inquietant­e: o tengo la bragueta demasiado baja, la cartera demasiado alta o el palmo demasiado pequeño.

ESCALERA INFINITA. Estrenada en HBO Max, The Staircase es la revisión a través de la ficción de la exitosa y ya clásica docuserie criminal The Staircase, que en otra vida (en el 2004, cuando asesinaron a Manoli) estrenó Canal+. Es un caso real, explicado con una minuciosid­ad inteligent­e, que esboza un mapa de culpabilid­ades perversas. La novedad de la serie (de ficción) es que, para dar continuida­d a la historia, incorpora la presencia de los documental­istas como personajes. Entonces fueron importante­s en el desarrollo judicial del caso y en la onda expansiva emocional familiar y mediática. The Staircase ha acabado siendo una matriochca innovadora: primero, el documental; después, la serie de ficción y, además, la incorporac­ión de los responsabl­es del documental a la historia.c

El alcohol, la política y las empresas rivales no tendrán acceso a los bloques publicitar­ios

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