Ada Hegerberg

Alexia Putellas y Ada Hegerberg, las dos Balones de Oro, representan la evolución de sus equipos y también la ambición por levantar el título más importante

Cuando Ada Hegerberg se rompió los ligamentos cruzados en enero del 2020, el Olympique de Lyon reinaba en Europa y acababa de conquistar su quinta Champions consecutiva. Cuando regresó a los terrenos de juego el pasado mes de octubre, casi dos años después, el mundo era un lugar muy diferente. El Barça les había arrebatado el trono y ella ya no era la futbolista de moda. Su lugar lo había ocupado una jugadora hasta entonces casi desconocida en el panorama internacional, Alexia Putellas. A sus 28 años, la capitana blaugrana se ha hecho un hueco entre las estrellas. Su fútbol es admirado en todo el mundo, sus seguidores en las redes sociales se han disparado y las marcas la tienen cada vez más presente en sus campañas. Alexia ya es una más en un mundo en el que Hegerberg habita desde hace años. La noruega, de 26 años, Balón de Oro en el 2018, es una de las jugadoras mejor pagadas del mundo y fue la primera futbolista mujer en firmar un contrato de patrocinio de más de un millón de euros con Nike.

El esperado duelo entre estas dos estrellas es uno de los alicientes más atractivos de la final de esta tarde y las protagonistas no son ajenas a ello: “Cuanta más expectación se pueda generar en torno a estos partidos, mejor. Se trata de dar visibilidad, de poner el fútbol femenino lo más arriba posible”, explicaba Hegerberg, que elogiaba a la de Mollet del Vallès: “Alexia es una fantástica jugadora. Creo que va

Molde, Noruega 26 años 1,77m 70 kg a ser un partido muy bonito. Estoy muy emocionada, todo el equipo lo está. Va a ser uno de los partidos de la historia del fútbol femenino”, vaticinaba la noruega.

Hoy se verán las caras por cuarta vez en la Champions, pero este duelo no tendrá prácticamente nada que ver con sus precedentes. Desde que el Lyon arrollase al Barcelona en la final de Budapest en el 2019, la distancia entre las blaugrana y la élite europea se ha ido diluyendo hasta desaparecer por completo. En aquel partido, Hegerberg les endosó un triplete en la primera parte, pero este año, la máxima goleadora histórica de la Champions (58) está regresando de un largo calvario de 21 meses. Su lesión la ha dejado en el dique seco 707 días, aunque parece haber recuperado rápido su idilio con el gol y está lista pade

Cuando Hegerberg regresó de su larga lesión, Alexia le había arrebatado el trono y el Barça era el campeón

ra enfrentarse a la pichichi de esta edición, una Alexia que suma diez tantos (empatada con Wassmuth).

A pesar de su expediente inmaculado, la de Mollet del Vallès insiste en la fuerza del colectivo sobre las individualidades.

“¿Creéis que si yo no estuviera aquí el Barça no habría ganado la Champions ni estaría donde está? Pues claro que sí. Esto es una cuestión de mucha gente, es nuestra forma de entender este deporte”, afirmaba en la rueda prensa previa a la gran final. Una comparecencia en la que recordó la importancia de aquella final perdida ante el Lyon: “Nos dimos cuenta de dónde estaba el nivel para ser campeonas y nos pusimos a trabajar más y mejor, a cuidarnos más. Puede parecer sencillo, pero es un trabajo del día a día durante mucho tiempo”, recordó.

Mientras la blaugrana se abre paso en lo que puede ser el comienzo de una nueva era, la delantera noruega se resiste al cambio: “Para mí este regreso después de mi lesión es una especie de renacimiento. He aprovechado este tiempo para trabajar en diferentes aspectos y mejorar”, explicaba en la previa la goleadora que está de vuelta con más hambre que nunca: “Llegamos a la final sin nada que perder, ya hemos estado aquí antes y sabemos lo que es ganar una final sin ser favoritas. Tenemos un gran respeto por el Barcelona como equipo por lo que ha hecho el último año. El partido dirá quién es el número 1”, dictó la noruega.

Goleadora histórica ante la reciente Balón de Oro. El Juventus Stadium dictará hoy sentencia.