Interior reforzará el control de pasaportes en El Prat
El aumento de pasajeros y los vuelos intercontinentales ha devuelto también los atascos y colapsos puntuales en el control de pasaportes del aeropuerto de Barcelona. Las aerolíneas ya han alertado que cuando coinciden varios vuelos de largo radio, con un gran número de viajeros, se forman largas colas para pasar los controles de la
cGuardia Civil. Fuentes policiales explican que son conscientes de la situación y que reforzarán el control de pasaportes a medida que sea necesario para descongestionar el desembarco de pasajeros, “como cada año y como se hace en todos los aeropuertos”, matizan.
Una de estas grandes aglomeraciones se vivió el viernes por la mañana de la semana pasada, cuando en una hora coincidieron una decena de vuelos de largo radio. “Pasa cada vez con más frecuencia”, aseguraba personal del aeropuerto. Numerosos aeropuertos en toda Europa han sufrido colapsos en el último mes porque no han repuesto el personal que recortaron durante la pandemia. rrakech, Nador, Casablanca, Tánger, Rabat, Agadir y Oujda. Argelia, Gambia, Senegal, Egipto y Túnez completan la lista de destinos en África, mientras que a Oriente Medio se han reabierto los vuelos directos con Jordania, Líbano, Israel, Emiratos Árabes (Abud Dabi y Dubai) y Qatar.
La gran asignatura pendiente del aeropuerto sigue siendo la conexión con Asia. China y otros países del continente mantienen férreas restricciones a los viajes, por lo que El Prat solo ha podido recuperar los vuelos con Singapur y está pendiente de la reapertura en oriente. Este mercado sigue siendo prioritario para Aena. El gestor aeroportuario considera que Barcelona puede ejercer de nodo entre Asia y América y que tiene un gran margen de crecimiento una vez decaigan las restricciones a los viajes.
Antes de la pandemia, los vuelos entre el continente y la capital catalana se multiplicaron hasta alcanzar las 20 rutas con Asia en el 2019, operadas por compañías como Air China, Cathay o Korean Airlines. Aparte de los pasajeros que volaron de forma directa entre Asia y Barcelona, el aeropuerto recibió 1,8 millones de pasajeros ese año procedentes del mercado asiático de forma indirecta. Esto es, que viajaron hasta El Prat haciendo escala en otro aeropuerto, principalmente de Oriente Medio, porque no encontraron vuelos directos.c