Ampliar horizontes

Los nuevos proyectos internacionales en los que se ha embarcado la Guardia Urbana son buenos para los más de tres mil policías de Barcelona, pero lo son especialmente para la ciudadanía a la que prestan servicio. Hace dos semanas, una delegación de la policía municipal se codeó de tú a tú en Estocolmo con representantes de algunas de las agencias de inteligencia antiterrorista más importantes del mundo. Un fóro en el que la policía trasladó al auditorio las lecciones aprendidas tras los atentados del 17 de agosto. Aprendizajes trabajados desde la autocrítica y la necesidad de protocolizar la primera respuesta si la tragedia se repite. El ambicioso plan no incluye únicamente compartir ideas y aprender de lo que se está haciendo en otras ciudades del entorno con las mismas problemáticas: la Guardia Urbana opta a varios programas dotados con fondos europeos que pueden ayudar a financiar algunas iniciativas de interés, como la protección de espacios de culto o nuevas políticas de prevención de violencias machistas.c