La Vanguardia (1ª edición)

El florentini­smo como filosofía ha fracasado estrepitos­amente esta temporada

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los detalles del anunciado (y frustrado) fichaje de Mbappé. En el Madrid, el megáfono solo lo usa uno. Florentino Pérez utiliza sus canales para informar de las noticias como lo hacen los directivos y presidente­s de todos los clubs. La diferencia es que en el Madrid se conoce quién es, y en el resto debemos hacer un concurso.

Lo más sorprenden­te es que la misma prensa es la que acusa ahora a Mbappé de traidor, mentiroso y pesetero, blindando a Florentino Pérez de cualquier indicio de responsabi­lidad. La creación del nuevo relato está en marcha frente al delete del anterior: el anuncio non-stop durante dos años del fichaje de Mbappé por el Madrid.

Florentino tiene un escudo protector en el Madrid, político y mediático, que se destruye cuando entra por Francia y se encuentra con un qatarí con más dinero y más poder. ¿Se creía Florentino realmente que Al Jelaifi se quedaría con los brazos cruzados? El Madrid puede ganar la Champions, ha levantado justamente la Liga, pero el florentini­smo como filosofía ha fracasado estrepitos­amente esta temporada: la inició con la Superliga europea y una presentaci­ón de madrugada en El Chiringuit­o, y la acaba deprimido, con la decisión de Mbappé, un cretino de campeonato, que se ha reído en la cara de Florentino. Un presidente que sigue mudo porque el megáfono le funciona. El nuevo relato ya está en marcha: “Mbappé caca, culo, pedo, pis”.c

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