Ciccone redondea el espectacular Giro del Trek

Una etapa y 10 días de rosa para el equipo revelación

El sábado, por primera vez en diez días, el Trek no subía al podio del Giro. Juanpe López estuvo diez etapas de rosa. Finalmente, después de defenderlo, lo entregó en Turín, tras quedarse totalmente solo en el Superga. No tardó en volver el equipo a presentarse a recoger un premio. El italiano Giulio Ciccone, el teórico jefe de filas de la escuadra italoestadounidense, corrió tan liberado sin tener que trabajar corsa rosa, minutos. Parecía que no tenía piernas, pero en la primera etapa alpina se reencontró con su mejor versión. Corriendo con libertad, el italiano demostró ser el más fuerte de la escapada. “Para mí ha empezado otra carrera”, confesó, sin tapujos, que ahora podrá moverse mejor.

A sus 27 años, por su forma de correr, Ciccone siempre es un mal socio en una escapada. Porque es buen bajador, porque cuando está inspirado va sobrado hacia arriba y porque tiene garra y le gusta lucirse. Una especie de Virenque o Alaphilippe, al que adoran los focos. Hasta tres veces atacó en la larga subida a Cogne. Primero descolgó a Buitrago. Después se fue de Carthy.

“Lo más fuerte estaba en la parte inicial del puerto. He dicho ‘me voy solo’ porque prefería no llegar acompañado hasta el final. Ha sido mi victoria más bonita”, dijo en la meta, donde volvió a lanzar al público sus gafas –es una de sus tradiciones– y se emocionó. En él, que ya ha ganado tres etapas en el Giro (2016, 2019 y 2022) y fue líder momentáneo del Tour aunque no es un vueltómano, recaen muchas esperanzas del ciclismo trasalpino para las carreras de tres semanas ahora que se va Vincenzo Nibali, ganador de las tres grandes vueltas.

Entre los favoritos no hubo batalla. Se concedieron una tregua a la espera de la etapa del martes con el Mortirolo y el Valico de Santa Cristina, camino de Aprica. Eso sí, el líder Carapaz quiso arañar algún segundo en el sprint final del grupo de elegidos para ampliar su margen con Hindley, Almeida y Landa. Finalmente los jueces no picaron tiempo. “Ha sido una jornada de desgaste”, resumió antes del temido Mortirolo, que no se sube, eso sí, por su vertiente más espectacular.c