Dos marineros mueren tras la explosión de un atunero de Vigo en Seychelles
consejeros autonómicos. En esta reunión se podrían dar las claves del diseño de las nuevas pruebas de acceso a la universidad que afectará a los jóvenes que se matriculen en primero de bachillerato en el curso escolar 2022-2023, es decir, el próximo septiembre.
El departamento que dirige Gemma Geis desconoce qué significa para la ministra el calificativo de “pruebas algo más homogéneas”. “Ahora ya son ‘homogéneas’ porque dependen de una orden ministerial muy detallada que es la misma para todos”.
Los exámenes de selectividad se regulan por una orden ministerial (PCM/58/2022, de 2 de febrero), por la que se determinan las características, el diseño y el contenido de la evaluación de bachillerato para el acceso a la universidad, así como las fechas máximas de realización. Con estos detalles, las comunidades autónomas preparan sus pruebas. No obstante, en algunas autonomías, como en Catalunya, las preguntas son más competenciales que en otras, de carácter más memorístico, lo que obliga al estudiante a aplicar un mayor razonamiento.
El Ministerio de Educación, según manifestó ayer Alegría, está reuniéndose y escuchando a la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (Crue), a los decanos de Educación y a las autonomías.“Para poder actuar o poder acertar en las distintas normativas educativas lo primero que tenemos que hacer es escuchar activamente a los agentes implicados y es en lo que estamos ahora mismo”, aseguró Alegría.
El modelo actual de las pruebas de acceso a la universidad no seleccionan a los estudiantes para matricularse de un título universitario sino que ordenan su entrada en las facultades valorando la puntuación y el anonimato. No obstante, se critica el peso que las mismas tienen en la etapa de bachillerato que acaba condicionado por las mismas, perdiendo el sentido educativo que tiene por sí mismo. La Lomloe prevé un bachillerato más competencial y con mayor opcionalidad por lo que el Gobierno podría estar trabajando en un modelo de exámenes en este sentido.c
Al menos dos tripulantes del atunero vigués Albacora Cuatro fallecieron este miércoles víctimas de una explosión a bordo, mientras el barco estaba amarrado en el archipiélago de las Seychelles.
La deflagración se produjo durante unas obras de reparación del barco, y según las primeras hipótesis que han trascendido podría deberse a una fuga de amoníaco. El jefe de máquinas y su ayudante, ambos gallegos, son las dos personas que han perdido la vida a consecuencia de un reventón, según informa La voz de Galicia. El Instituto Social de la Marina, citado por el mismo medio, señala que hay además otros ocho marineros heridos de la tripulación, formada por 31 miembros.
El Albacora Cuatro es un atunero congelador que opera en los océanos Atlántico, Índico y Pacífico. Pertenece a Compañía Europea de Túnidos, firma con sede en Vigo, y fue construido en 1974, reformado en 1998 y tiene 88 metros de eslora y 16 de manga. La armadora está trabajando ya para desplazarse a la zona, según informa el Faro de Vigo.
El buque descargó el mes pasado en el puerto de Victoria, capital de Seychelles. Pero al regresar a mar sufrió una avería y tuvo que ser remolcado para su reparación.
En el 2000 el Albacora Cuatro fue secuestrado durante tres días por piratas somalíes, a pesar de lo cual siguió faenando en el Índico.
Esta tragedia de la flota gallega se suma a la acaecida el pasado febrero, cuando el pesquero Villa de Pitanxo, también vigués, naufragó en aguas de Terranova, frente a Canadá, falleciendo 21 marineros.c
“Ya son ‘homogéneas’ porque dependen de una orden ministerial muy detallada que es la misma para todos”