Oda a los medios locales
El pasado lunes tuve la suerte de asistir al acto de celebración de los 40 años de vida de Cugat Mèdia que homenajeaba el viaje vital y profesional de una Ràdio Sant Cugat convertida ahora en una gran plataforma multimedia que ha sabido adaptar sus contenidos a los nuevas tecnologías y tiempos informativos. Fue el 13 de junio de 1982 cuando se produjo la primera emisión de Ràdio Sant Cugat gracias a la insistencia, y en aquel momento la temeridad, de cuatro personas que decidieron ser valientes y sacar adelante lo que otros jamás hubieran imaginado. Bendita locura la de aquellos profesionales que anteponen sus ideas, su tesón, su vitalidad y su iniciativa a la zona de confort con la que se conforman la mayoría de mortales.
Conocí hace unos años a la directora de Cugat Mèdia, Mónica Lablanca, porque durante cinco temporadas esa casa nos acogió para llevar a cabo un programa musical inclusivo que, algo más tarde, fue premiado con una mención de Ràdio Associació de Catalunya. Lablanca es el entusiasmo en persona, es de aquellas profesionales con las que estarías horas hablando y mejorando el mundo. Y cómo no, trazando ideas futuras con apariencia kamikaze pero que en su mente suenan como una banda sonora épica. En su discurso, catapultó la esencia humana para argumentar la trayectoria del medio. Sin los centenares de profesionales, colaboradores, entidades sociales y todas aquellas personas que creyeron en la vehiculación de un medio local para condimentar la realidad social de una ciudad, nada de esto habría sido posible.
Los medios locales son canteras para los profesionales, pero también hay muchos que deciden hacer de ese medio su casa renunciando a una proyección mayor. Porque creen en la información de proximidad, porque se necesitan profesionales que no apaguen jamás la llama y porque en esas redacciones, locutorios, o platós de televisión está la esencia y el ADN de un oficio que debería beber más de las informaciones de estos medios, que se dejan literalmente parte de su vida para dar voz a las cosas que pasan en sus rincones del mundo favoritos. Mi máxima admiración a todas las radios, televisiones y diarios o revistas locales que no solo son muchas veces pioneros en muchas prácticas, sino que hacen un trabajo excelente con medios limitados. Eso sí, los miras a los ojos y ves orgullo y pasión. Y eso no se aprende en ninguna facultad. Mi más sincera enhorabuena a todos ellos.c