La España “emocionante”
La selección de Adrian Lock calienta motores para el Mundial de Terrassa, en el que aspira a repetir medalla
Los más de 15 años viviendo en Santa Coloma de Gramenet le han ido disimulando el acento inglés y dotando de desparpajo a Adrian Lock, el seleccionador del hockey femenino español desde enero del 2013. En estos nueve años y medio, las denominadas redsticks –apodo motivador nacido en el 2014 tras el drama de quedarse fuera de los Juegos 2012– se han ido construyendo como un equipo cada vez más competitivo, capaz de pelear contra cualquiera. Así, Lock devolvió a España al máximo nivel con el bronce mundial del 2018 y el bronce europeo del 2019. Ahora, su renovada selección que afronta el Mundial de casa, en Terrassa, del 1 al 17 de julio, es “un equipo emocionante” que aspira a subirse al podio.
“Nuestro sueño de medalla es nuestra razón de ser, por eso nos levantamos cada mañana”, dice Lock, que tras hacer de psicólogo en sus primeros años para levantar el ánimo “y encontrar un nuevo camino”, devolver la gloria de las medallas tras 15 años de sequía y obtener dos diplomas olímpicos, ahora ha moldeado un grupo de 20 jugadoras prometedor “con una combinación muy potente de experiencia y juventud”.
Lock define a sus redsticks como “un equipo emocionante porque su forma de jugar va a emocionar al público: es espectacular de ver, por la forma de controlar la bola, de hacer correr al rival, de agobiarlo porque no puede robar la bola, por la velocidad con que somos capaces de atacar, de romper las defensas y de crear muchas ocasiones...”, explica el inglés, que se confiesa estar “disfrutando del estilo de juego ahora más atlético”, en contraste con el “estilo del pasado más conservador”.
Esta evolución, rompedora respecto al juego de los últimos 9 años hasta Tokio, debería permitir a España “entrar en el del mundo, un reto factible ahora realmente con el equipo que hay y la forma de jugar”, asegura Lock.
Para ello, el seleccionador ha confiado en un núcleo de veteranas sobre los 30 –las capitanas Gigi Oliva y María López, además de la recuperada Maialen García, Bea Pérez o Xantal Giné– y la llegada de ocho jóvenes “de muchísimo potencial, con mucho talento, que aporta un punto de frescura”. Son la generación de las campeonas de Europa sub-21 del 2019, las hermanas Sara y Laura Barrios, Flor y Constanza Amundson, Laia Vidosa, Júlia Strappato, Marta Segú o la jovencísima portera Jana Martínez. Diamantes por pulir que se preparan para brillar en el Mundial de Terrassa. El debut, el 1 de julio contra Canadá (21.30 h).c