La guerra revoluciona el modelo de fuerzas de OTAN
Los aliados apoyan el modelo alemán de tropas desplegables
La situación de seguridad en el continente cambió por completo el pasado 24 de febrero con la invasión rusa de Ucrania. Más de cien días después, con una guerra brutal en el continente europeo, la OTAN afina una reforma histórica de su modelo de fuerzas, un plan que los jefes de Estado y de Gobierno aliados sellarán a final de mes en la cumbre de Madrid y que incluirá una “visión de 360º” para no perder de vista otras amenazas. Fuentes aliadas se refieren a los cambios como “una revolución interna”.
En cuestión de días, la invasión rusa de Ucrania desencadenó uno de los mayores movimientos de tropas de la historia en Europa. Los 5.000 soldados que la OTAN envió a los países bálticos y Polonia a raíz de la anexión de Crimea en el 2014 se convirtieron en 40.000 tropas bajo mando aliado y un despliegue inédito, desde el Báltico al mar Negro. ¿Cómo planificar un refuerzo de este frente a largo plazo para hacer frente a la amenaza de Rusia? Las propuestas de los países directamente afectados obtuvieron ayer una fría acogida entre los ministros de Defensa de la Alianza, reunidos en Bruselas, es otro el modelo que se abre paso.
Letonia, Lituania, Estonia y Polonia reclaman un cuartel general y multiplicar por diez, de los 5.000 a 50.000, el número de efectivos de los batallones situados en la frontera de la OTAN con Rusia y estacionarlos de forma permanente allí, sin rotar constantemente, como hacen ahora para no violar el Acta Fundacional OTAN-Rusia de 1997. El secretario general, Jens Stoltenberg, ha dejado claro que, atacando a Ucrania, Moscú incurrió en una flagrante violación del documento que lo deja sin sentido y esta semana ha dicho que no considera que sea impedimento para una presencia permanente de tropas al este. Pero el plan que hay sobre la mesa es diferente.
“Va a haber un nuevo modelo de fuerzas, con más efectivos más preparados [para reaccionar] y fuerzas específicas preasignadas para defender a ciertos aliados y para poder enviar refuerzos mucho más rápidamente”, además de armamento y munición almacenada en esos países, destacó ayer Stoltenberg.
Si bien hay acuerdo para aumentar el número de tropas aliadas en el flanco este, la solución que más apoyos obtuvo ayer es el modelo en que trabaja Alemania con Lituania: dedicar más tropas a proteger el territorio de este país, entrenarlas allí, pero tener a una parte de ellas en la reserva, conectadas a los soldados que están desplegados y capaces de activarse sin dilación en caso de crisis. Francia podría hacer lo mismo con Rumanía, donde envió un batallón al inicio de la guerra, o Reino Unido con Estonia. Estados Unidos aseveró que este enfoque garantizará que hay fuerzas “listas para combatir”.
“Será la primera vez desde la guerra fría que tenemos fuerzas preasignadas a países específicos en el este y vinculadas a nuestros planes de defensa”, destacó Stoltenberg. De un modo u otro, lo que se acuerde en Madrid, significará que habrá más tropas sobre el terreno, dijo sobre la decepción de los bálticos, que temen que si Rusia no sale derrotada de Ucrania, en unos años irá a por ellos.
“Si hubiéramos actuado bien en el 2014, no habría habido el 2022. ¿Actuaremos bien ahora para evitar la próxima guerra? Esa es la pregunta y significa básicamente que necesitamos mayores preposicionamiento de fuerzas armadas en los países bálticos”, defendió el ministro de Defensa letón, Artis Pabriks. En cualquier caso, la OTAN quiere mirar más allá de Rusia cuando en Madrid actualice su concepto estratégico, el documento que resume su visión de la seguridad en el mundo. Según avanzaron fuentes aliadas, para satisfacción de España, que reclama atención para el norte de África y el Sahel, el nuevo texto reflejará una “visión de 360º”.c
Stoltenberg garantiza que el acuerdo que se cierre en Madrid significará “más tropas sobre el terreno”
El nuevo concepto estratégico incluirá una “visión de 360º” para atender amenazas más allá de Rusia