El Institut Agrícola carga contra las zonas Zepa del delta del Llobregat
En la misma línea que unió de Pagesos el jueves, ayer el Institut Agrícola mostró su disconformidad con el plan de la consellera Teresa Jordà que multiplica las zonas de especial protección para las aves (Zepa) en el delta del Llobregat y el Parc Agrari para responder a la carta de emplazamiento de la Comisión Europea por la falta de protección del enclave.
“Arruinar al sector agroalimentario tiene graves consecuencias sobre la alimentación del área metropolitana”, afearon desde la entidad que agrupa a los empresarios agrarios. “Es imposible mantener sistemas productivos a gran escala dentro de una zona protegida. Es un atropello a la propiedad privada”, zanjó el Institut Agrícola.
Cal Trabal, el último reducto agrícola de l’Hospitalet de Llobregat, también será Zepa. Está situado en el sector donde el Ayuntamiento de la segunda ciudad de Catalunya y el Departament de Vicepresidència, Polítiques Digitals y Territori quieren impulsar un clúster biomédico soterrando parte de la Granvia. Fuentes municipales aseguraron a La Vanguardia que la nueva normativa, en lo que al planeamiento se refiere, “no afecta en nada” al plan director urbanístico (PDu). La última propuesta plantea que en Cal Trabal continúen las actividades agrarias. Ahora bien, las mismas fuentes asumieron que las explotaciones deberían adaptarse a las normas de las Zepa y que las obras anexas “se podrían ver alteradas” con algún parón en función del ciclo de las aves.
El plan también convierte en Zepa la olla del Rei, un espacio de gran valor natural de Castelldefels. En este caso, el Consistorio reaccionó celebrando la medida pero pidiendo concreción “en el periodo más breve posible”. ●