Jasikevicius: “Hemos jugado un partido cualquiera”

El Real Madrid pudo y quiso más que el Barça. No hay muchas más vueltas que dar. Los jugadores blancos pelearon hasta el último balón como si les fuera la vida en ello ante un rival agotado mental y físicamente, que se levantó tras varios golpes más por inercia que otra cosa pero que cayó fundido a la lona. La final de la Liga Endesa se tiñe irremediablemente de blanco y mañana asoma ya la primera oportunidad para que los capitalinos la aten del todo en el cuarto asalto de la serie por el título de campeón.

Como era de esperar, el WiZink jugó su papel tras la calentura blanca del segundo envite, pero no se amedrentó el Barça, que más bien dio señales de agotamiento a muchos niveles. Perdió todos los cuartos. Le exigió un penúltimo esfuerzo a sus hombres Jasikevicius, especialmente a Sanli, que aunque mejorado volvió a mostrar evidentes signos de cojera, pero se vació todo lo que pudo y le dejó su tobillo.

El partido había empezado con novedades porque por fin Jasikevicius se había decidido a intercambiar a Exum por Ha

Sarunas Jasikevicius estaba ■ cabreado y lamentó la intensidad de sus jugadores y la imagen dada por los blaugrana. “Otra vez hemos venido a jugar como un partido cualquiera. Y éste no es un partido cualquiera. Así no se puede, es muy difícil así”, echó en falta un poco más de garra en su equipo. “El Madrid ha sido yes, aunque el australiano no mejoró demasiado a su compañero. Homenajeado con un tifo en la grada, Pablo Laso sí estuvo esta vez en el pabellón, aunque lejos del banquillo y como espectador activo.

Fue el primer acto un intercambio de golpes pero ya entonces se intuía cierta superioridad blanca. Anotaba con demasiada facilidad el Real Madrid cerca de canasta con sus bloqueos y penetraciones clásicas. En cambio, al otro lado de la pista la interminable sombra de Tavares achicaba a casi todo el que osaba entrar de paseo. claramente mejor. Estamos regalando demasiado”, se resignó. Saras tenía pocas ganas de hablar y enseguida intentó pasar página. En menos de 48 horas, el Barça intentará mantener viva la final. “Es lo que hay. Hay que pelear por nuestras vidas”, recetó el entrenador, afectado porque los últimos segundos se jugaron Menos a Calathes, que mostraba su cara más agresiva y encadenaba bandejas. El primer aviso de los locales lo dio Poirier, robando el balón y subiendo el 18-12 antes del primer bocinazo.

EL Barça se esforzaba en igualar la lucha por el rebote pero el Madrid seguía sumando capturas en ataque sin esfuerzo aparente, la tónica de toda la final. Parecían gozar de un punto más de agresividad los hombres de Chus Mateo que los azulgrana, tanto en ataque como en defensa, y cada esfuerzo extra se transformaba en un robo o en con el público coreando el nombre Pablo Laso y con gritos de “Así, así gana el Madrid”. “Si el Madrid tira 19 veces más que nosotros no podemos ganar”, analizó Jasikevicius la derrota. “No podemos regalar rebotes ni pensar que es un partido largo. Hay que jugar como si solo fuera una posesión”, insistió. blanca muy pronto. Deck no se cansaba de percutir y no había quien le detuviera. Firmaba el argentino un amenazante 55-42 ante el que los azulgrana aún tuvieron arrestos para responder de la mano de Kuric. Pero ahí se acabaron sus fuerzas. Poirier tomó el relevo de Tavares y empezó a capturar rebotes en la pintura culé que fueron destrozando la moral azulgrana.

Ya en el último acto, Yabusele asumió el mando en el último arreón blanco que acabó resultando definitivo. El francés puso el 72-53 y el Barça empezó a pensar en el cuarto partido. Jasikevicius sentó a Mirotic, mucho más gris que el pasado miércoles, y el WiZink enloqueció contra su canterano.

La primera derrota de Jasikevicius en Madrid como técnico del Barça era un hecho. El campeón parece noqueado. Pero la cuenta aún no se ha acabado.c

El Barça se fue levantando golpe tras golpe hasta que cayó a la lona agotado ante un rival más hambriento