No hay aceituneros altivos
Las expectativas de voto para los socialistas en las elecciones de hoy en Andalucía son tan negativas que, como dice un ministro, “a partir de aquí solo podemos ir a mejor”. Aunque Pedro Sánchez siempre logra salvarse en el último minuto, cuesta imaginar que hoy vaya a disfrutar de una buena noche. Con todo, la gran incógnita que despejaremos en unas horas es saber si el PP de Juan Manuel Moreno Bonilla es capaz de alcanzar la mayoría absoluta para no tener que depender de Vox. Si lo logra, será un éxito total para los populares, que desencadenarán una oposición desatada para forzar la caída del Gobierno. Si, por el contrario, el PP gana holgadamente, pero necesita a Vox para gobernar, puede repetirse la misma situación que en Castilla y León, donde el triunfo popular devino en amarga victoria por la dependencia de Vox. Recuerden que hasta Alberto Núñez Feijóo no acudió a la toma de posesión del presidente regional Alfonso Fernández Mañueco para que no le asociasen con la formación de Santiago Abascal.
Todo es una cuestión de relato. Se ha extendido ya tanto el triunfo aplastante del PP que la noticia de esta noche no será tanto quien gana, sino saber si los populares pueden gobernar en solitario. La estrategia socialista pensando en la doble cita electoral del próximo año –municipales y autonómicas en mayo, y generales en el último trimestre– se centra en aparecer como única alternativa para evitar que la ultraconservadora Vox tenga asiento en el Consejo de Ministros del palacio de la Moncloa. De ahora hasta las siguientes elecciones, hay suficiente tiempo para ver si el efecto Vox atemoriza a muchos electores o se imponen las ganas de echar a los socialistas.
Si hacemos caso de los sondeos previos en Andalucía, está claro que los votantes andaluces no andan nada preocupados por si hay una coalición de gobierno entre PP y Vox y se van a pronunciar de forma clara a favor de estas dos formaciones. Incluso se ha detectado un importante trasvase de voto socialista hacia el PP. Los aceituneros altivos a los que se refería Miguel
Hernández en su famoso poema ya no están por la labor de levantarse contra los señoritos, y la derecha va camino de arrasar en Andalucía. Pronto saldremos de dudas.